lunes, 23 de mayo de 2011

Un poco más a la derecha, por favor

Desde todos los rincones de Europa llegan voces derechistas, algunas con más clamor que otras y algunas con un tono especialmente enconado. Estos son los casos de Hungría, Finlandia y Holanda, países donde el auge de la ultraderecha les permite ser la llave del poder o incluso entrar en él y jugar a la instauración de un feudo dictatorial dentro de los márgenes de la legalidad.
La victoria de ayer del PP aplastante en todo el territorio nacional, no se encuentra aún dentro de este orden. De momento, Mariano Rajoy se contenta con jugar a presentarse como un Alejandro Lerroux de pésima oratoria, pero con los mismos afanes populistas. Su tendencia al eslogan vacío y de mensaje debería dejarlo sin credibilidad si le sumamos el hecho de que tampoco tiene ningún estilo o gracia formal. Afortunadamente para este Lerroux del tercer milenio el público español se ha vuelto menos exigente y cada vez se deja timar con menos artificio.
Soy de la opinión que nuestro híbrido entre Lerroux y Heat, no tardará en sacar a su Gil Robles y a su travesti de hierro, pero mientras tanto, la mayoría de colectivos sociales de este país podéis estar tranquilos. Además yo hoy no venía a criticar a la derecha sino a tratar el asunto de si deberían haber o no elecciones anticipadas.
Este debate me ha dado mucho que pensar y mi conclusión es que a tanto el juicio de que Zapatero debe aguantar en el poder porque unas municipales nada tienen que ver con unas generales, como la opinión de que haciendo uso de sus facultades constitucionales el presidente debe solicitar al rey la disolución de las Cortes adelantando las elecciones reflejan nuestra inmadurez política como nación. Porque si bien es cierto que unas municipales están (como cualquier sufragio) vinculadas al proceso democrático de toda la nación y que deben repercutir el devenir de los acontecimientos políticos de la misma, más aún con un sistema de partidos, no es menos cierto que las Cortes las elegimos cada cuatro años.
Mi pregunta es ¿por qué hay que disolver las Cortes? Habiendo el presidente de gobierno recibido el pésimo resultado del sufragio municipal, en el que más que alcaldes se le votaba a él, lo más lógico y honesto sería dimitir. Sin embargo, esto no tiene porque ir acompañado de una convocatoria a elecciones generales. En ningún sitio está escrito que un Parlamento sólo pueda envestir a un jefe de gobierno durante la legislatura que está en funciones. Las Cortes votadas en 2008 son y serán válidas hasta que expire el su plazo de funcionamiento, otra cuestión totalmente diferente es que el gobierno haya caducado, pero, simplemente, indica que el presidente debe presentar su dimisión al jefe del estado y “aconsejarle” (tal es la costumbre en las monarquías, las repúblicas son un poco diferentes) que invite a otro miembro de El Congreso a formar gobierno para lo que queda de legislatura.
No saber separar el ciclo legislativo del gabinete ministerial de turno no sólo indica que nos falta madurez política, sino que la hemos perdido respecto a los años de la transición. Durante de la primera legislatura democrática 1978-1982, hubo dos presidentes, Adolfo Suárez que dimitió en el año 81 y Calvo Sotelo quien se hizo cargo del ejecutivo por un año sin que nadie se cuestionase la validez de las Cortes. Cuestionarla hoy día, es un signo inequívoco de cuánto se han devaluado.

3 comentarios:

  1. La pressió és molt forta i aquí veurem si en Zapatero resisteix o no. Si vol donar un temps per a fer presentable el candidat alternatiu al Rajoy o no. I crec que el PSOE necessita una mica de temps per a promocionar el nou candidat.

    Ja se sap que els partits es belluguen pels seus interessos abans que els del país.

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  2. És el que diu en Galderich. Tot plegat ens enxampa en una època convulsa. Al PSOE li cal trobar un candidat sòlid que aguanti el que li ve al damunt. I li cal (de fet li cal a tota l'esquerra) plantejar-se quin model d'estat volem, quin projecte polític pot il·lusionar uns ciutadans que han deixat de "fer política" (i de fet això és el que fa que guanyin els partits de dretes), de sentir-se part de la "res publica". Si no es fa així, anirem d'Herodes a Pilat i serem governats per electors residuals.

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  3. Us he de dir, que, malgrat segurament en tinc més motius que vosaltres, jo no temo tant a la dreta com a la degradació general de la política. Fa poc vaig trobar en un llibre de Ludwig una cita de Gohete que m'agrada força "El verdadero despotismo se desarrolla a partir de la libertad. Éste hace esfuerzos en lo indeterminado, quiere imponerse, sin estar asiempre en condiciones para ello de adquirirlas". A mi, em fa més por l'ús exagerat dels drets de la majoria sigui de dretes o esquerres.
    D'altra banda, essent optimista, pot ser, anar tots a una dintre d'Europa per la dreta comporta que prenguem una mateixa línea.

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