Mi gusto por leer obras titánicas
(tanto en esplendor como en volumen) de la literatura universal me ha
arrastrado durante los últimos meses a leer las Memorias de Ultratumba de
Chateaubriand.
He disfrutado mucho con su
lectura y no quería dejar de hacer un par de entradas en el blogg para
comentarla. Desgraciadamente, éstas se hacían demasiado largas, por lo que
decidí dividirlas. Luego vino el problema de la temática, ya que hablar de Memorias
de Ultratumba implica hablar de la historia y la política de Europa, más
exactamente Francia, a finales del S. XVIII y primera mitad del S. XIX. A fin
de separar con mayor comodidad el marco histórico del comentario literario, he
decidido escribir estas entradas sobre los últimos tres Borbones de Francia. No
escribiré sobre Napoleón, porque, si bien es cierto que ocupa un lugar
destacado en el texto del Chateaubriand, su figura se encuentra alejada del
sentimiento ético-político del autor.
Empecemos con Luís XVI, el más
conocido de los tres hermanos.
Luis Delfín de Francia (1729-1765) por Anne Baptiste Nivelon, 1764, Palacio de Versalles.
Luís duque de Berry fue el quinto
hijo del matrimonio de Luís Fernando, Delfín de Francia, y María Josefa de
Sajonia, hija de Augusto III de Sajonia. El mismo año de su nacimiento, 1754,
falleció su hermano mayor de un año, Javier, duque de Aquitania. Esto deja el
pequeño de tercero en la sucesión al trono, por detrás de su padre y su hermano
mayor, Luís, el duque de Borgoña. La muerte de éste último a los diez años
traumatizó profundamente al futuro rey. Según los psicoanalistas María Torok y
Nicolás Abraham llegó a padecer el síndrome de criptoforia, es decir, pérdida
de su propia identidad en “imitación” de la de la de su hermano.
Maria Josefa de Sajonia (1731-1767), por Nattier 1751, Palacio de Versalles.
En 1750, siendo ya heredero
directo de su abuelo Luís XV (su padre había muerto cinco años antes), contrajo
matrimonio con María Antonieta, hija de María Teresa I de Austria. Este
matrimonio ambicionaba el fin de las hostilidades entre los Habsburgo y los Borbones.
Tímido y con problemas de diferente índole, Luís no consumó su matrimonio hasta
siete años después de haberlo contraído, pese a dormir cada noche al lado de su
esposa.
María Antonieta (1755-1793) por Le Brun 1783,
Al fin, la pareja tuvo hijos.
Sólo en el caso de la primera, María Teresa Carlota de Francia (1778-1851)
tenemos certeza de que la paternidad fuese de Luís XVI. Los otros tres hijos,
Luis José Javier (1781), Luis Carlos (1785) y María Sofía (1786) está muy
discutida. En cualquier caso, el monarca quedó profundamente abatido por la
prematura muerte de su hija menor, con apenas un año de vida en 1787 y la de El
Delfín Luís José que falleció en 1789, poco antes de la revolución.
María Teresa Carlota de Francia (1778-1751), primogénita de Luís XVI , como Delfina de Francia, por Alexandre François Caminade, 1827
La muerte de su abuelo en 1774 lo
ascendió al trono de la monarquía más poderosa de Europa. La caricatura del
monarca suele mostrar a un hombre estúpido, incapacitado para el gobierno; tal
cosa no es cierta. Luís XVI fue el primer monarca poliglota del trono de
Francia, hablaba con fluidez alemán e inglés, además de su francés materno.
Sentía asimismo una gran pasión por la química y la física. Su biblioteca
privada concedía un lugar de honor a los libros Montesquieu, de quien tenía un
par con notas manuscritas del autor. También leía con frecuencia a David Hume,
aunque sólo sus textos historiográficos.
Firma de Luís XVI
Vivía alejado del ambiente festivo de
cacerías y banquetes de la corte, la más cara de Europa, (que tanto gustaba a
su esposa) y practicaba lógica, retórica, matemática y hasta se hizo construir
un pequeño observatorio para dedicarse a la astronomía. Sus “rarezas” eran motivo
de burla entre sus propios cortesanos; y motivo de reprobación de su confesor
fue decirle a este, al subir al trono que quería construir una monarquía “al
margen del derecho divino”.
Luis XVI rey de Francia y Navarra (1754-1793) por Callet, 1788, Museo del Prado.
Hombre de ideas progresistas y
verdaderamente ilustrado, Luís XVI demostraba poco interés por el gobierno que
lo consideraba ajeno a él. Esto no le impedía tener clara la situación de
Francia. A comienzos de su reinado, ante la necesidad de una reforma, intentó
que Turgot aprobase una reforma para que la nobleza y el clero pagasen
impuestos. La oposición de los estamentos privilegiados se sumó a la falta de
voluntad del rey que cesó a su ministro en 1776.
Escudo de Luís XVI, este se colocó durnate su reinado sobre la bandera monárquica francesa completamente blanca.
Necker fue la siguiente elección
de Luís XVI, cuyo nombramiento, por éste plebeyo, extranjero (ginebrino) y
protestante no pudo acogerse peor en la corte de Versalles. El nuevo hombre
fuerte del reino impulso con el apoyo de Luís XVI reformas progresistas,
algunas incluso aplaudidas por Voltarie.
Jacques Turgot (1727-1781)
En 1779 tuvo la osadía de autorizar a
la mujeres casadas a emplear sus pensiones (en caso de que las tuviesen) sin
autorización de sus maridos. También fue iniciativa de Necker el apoyo a los
Estados Unidos en su Guerra de Independencia (1775-1781). Sin embargo, la
oposición radical de la nobleza a revisar el sistema de impuestos le forzó a
dimitir en 1781.
Jacques Necker (1732-1804), por Duplessis, Palacio de Versalles.
Dos
años después, a raíz de un crisis de subsistencia y después de que el rey haya
abierto Los Estados Generales, parodia de parlamento donde cada estamento tenía
un voto colectivo, estalla la revolución. Mucha gente considera que la
Revolución de 1789 fue republicana. Esto constituye un error grave, pues el
carácter de esta, al marge de Le Fayette, se vinculaba más al
constitucionalismo.
El vizconde de Calonne (1734-1802), por Vigée Lebrun, 1784, Royal Collectio, Londres.
Todos sabemos lo que ocurre, el
rey es obligado a renunciar a su título de rey de Francia y es designado “Rey
de los Franceses”. La mayoría de la familia real se exilia, pero el rey su
mujer y sus dos hijos son llevados a El Louvre. Allí el rey vio con desagrada
el inicio de “El Terror”, cuando los despóticos y frágiles gobiernos de La
Asamblea se enemistaron con toda Europa y empezaron una persecución inclemente
contra la nobleza y los clérigos. Además, según sabemos por sus textos
personales, el rey temía seriamente un atentado contra él o algún miembro de su
familia.
Jena-Pierre-Louis-Laurent Houel, Toma de la Bastilla, 1789.
En 1792 la huída de la familia
real se ve frustrada en Varennes. Fue destituido y llevado a El Temple. En 1793
fue guillotinado. Al ponerse sobre la plancha basculante les dijo a sus
verdugos “Haréis lo que se os haya mandado, pero no me ataréis”.
La ejecucución de Luis XVI, folleto propagandístico de 1794.
Su familia no corrió una mejor
suerte. Su mujer fue acusada de conspiradora, cuando objetivamente, ningún
contacto tuvo con la política. Más ruin fue la acusación, instigada desde el
sector antimonárquico de “estrupo” (abuso sexual) sobre su propio hijo. La
reina vio con gran dolor como el príncipe era manipulado ante ella, en el
Tribunal, respondiendo “sí” a una pregunta cuyo significado no podía entender a
los diez años. Contados meses después de la ejecución de su esposo, temeroso el
gobierno de que fuese rescatada con sus hijos, María Antonieta fue ejecutada.
Calva a causa del estrés, pidió perdón a su verdugo por pisarle al subir al
cadalso.
Litografía de Luís XVII, anónimo.
El pequeño Delfín, fue reconocido
nominalmente como Luís XVII de Francia por los monárquicos, pero falleció en El
Temple en 1795, a causa de tuberculosis. Su hermana, María Teresa Carlota fue
la única superviviente del linaje. Se casó con su primo el duque de Angulema,
hijo del futuro Carlos X, por lo que, durante el reinado de su tío 1823-1830,
se convirtió en delfina de Francia. Murió en el exilio, sin descendencia, en
1851.
Mausoleo de Luís XVI y María Antonieta en Saint Denis, edificado por Luis XVIII en la Restauración (1814-1830)
És una obra que tinc pendent de regalar-me, gràcies pel tast!
ResponderEliminarRegala-te-la no te'n penediràs.
EliminarEste señor hablaba español,también.
ResponderEliminarGracias.
De nada, pero no entiendo el comentario lorito ;)
EliminarLe digo que Luis XVI,en sus momentos de ocio,aprendió italiano y español. Le dijo a Malesherbes:"-Sentí que,al salir de mi educación,algo me faltaba. Esas eran las otras lenguas. Español,inglés,italiano.,etc,.-,y añadió,con un gesto de orgullo-:Las aprendí solo." Bastante inteligente este señor.
ResponderEliminarGracias.
No conocía esa anécdota ;) Muchas gracias por contármela y gracias por comentar.
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ResponderEliminarmuchas gracias por la información, aunque no me sirvió de nada porque eso ya lo sabía...pero aún así, gracias
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