Como el autor nos cuenta el prólogo, la idea
de escribir esta novela partió de una recomendación del propio presidente
Poincaré, con quien se entrevistó en Burdeos a las pocas semanas de haber
estallado la Primera Guerra Mundial (1814-1818). El jefe del estado, apasionado
lector de autores nacionales y extranjeros, entre ellos Blasco Ibáñez, le animó a escribir sobre el conflicto, pero
no como periodista. En su opinión otros podían llevar a cabo ese trabajo. Él
debía escribir una novela, así el horror de la guerra se recordaría por encima
del eterno momentáneo del periodismo.
Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)
El escritor justo regresaba de Argentina a
bordo de un vapor alemán, uno de los últimos, sino el último que pudo tocar
tierra francesa en cuatro años. La noticia del estallido bélico, le llegó en
alta mar. Como la mayoría de los españoles de ideas progresistas, Blasco Ibáñez
se sentía francófilo de caras a un conflicto entre la República Francesa y el
Imperio Alemán, pero su tendencia se agravó más cuando vio las entusiastas
reacciones de la tripulación y el pasaje alemán del barco, que alababan la
guerra preventiva contra Francia y Rusia. “Por eso sonrío con desprecio o me
indigno siempre que oigo decir que Alemania no quiso la guerra y que los
alemanes no estaban deseosos de llegar a ella cuanto antes” escribe en el prólogo.
Mapa de las potencias contendientes en la Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La novela que escribió en los suburbios de
Paris, en unas condiciones bastante lamentables, dada la precariedad a la que
la guerra abocó a la ciudad, quedó terminada en 1916. Nos narra la historia de la
familia Desnoyers, cuyo patriarca, don Marcelo, hizo su fortuna en Argentina, a
donde emigró, precisamente cuando en 1870 los alemanes derrotaron a Napoleón
III y arrebataron Alsacia y Lorena a Francia. En las tierras latinoamericanas
entra al servicio de un rico, brusco y violento terrateniente, Maradiaga, con
cuya hija Luisa se acabará casando. El matrimonio tendrá dos hijos: Julio y Chichí.
La hermana de Luisa, Helena, para disgusto de padre que nunca verá bien el
enlace ni a los nietos, se fugará con un peón alemán, Hartrott, con el que llega a casarse.
Raymond Poincaré, Presidente de la República de Francia entre 1913 y 1920
Al morir Maradiaga cada pareja recibe un
dinero; más la familia Desnoyers. Poco después emigraran a Europa, los Hartrott
a Berlin y los Desnoyers a Paris. La prosperidad alcanzada por sus negocios
permite a ambos clanes familiares hacer vida de millonarios. Las visitas de los
primos alemanes muestran un nacionalismo cada vez más exacerbado, cuya
principal convicción es la superioridad del pueblo alemán sobre los demás a
los que debe dirigir.
La historia del joven Julio, el protagonista, abre la
narración después de estos sucesos. Las primeras páginas de la novela remiten a la experiencia vivida por propio escritor, pues el joven también vuelve
de un viaje de Argentina, en el último vapor alemán que podrá atracar en
Francia. La euforia germánica deseosa de que empiece la contienda lo sorprende,
hasta le produce enfados y desencuentros con los pasajeros de esa nacionaldiad. Ya en Francia un
último encuentro con su primo alemán termina de desconcertarlo. Ni él ni su
amigo el poeta español, Argensola, entienden que alguien pueda fundamentar en
la superioridad racial sus planteamientos imperialistas para dominar el mundo
a través de la guerra.
Guillermo II, káiser alemán entre 1888 y 1918.
Julio Desnoyers, sin embargo, piensa en
cosas más personales que en la guerra. Ha ido a Argentina a tratar de juntar
algún dinero para casarse con su amada Margarita, quien se está divorciando de
su marido, monsieur Laurier. Sus proyectos de boda son truncados por la guerra,
en cuyo conflicto se reconciliará el matrimonio y terminará muriendo el Julio.
Los cuatro jinetes
del Apocalipsis
se puede contemplar desde cuatro perspectivas complementarias entre sí: las
trayectorias individuales de los personajes, la familia, y por último la
sociedad. Blasco Ibáñez demuestra una gran destreza en estos planos, todos ellos
truncados por la guerra. Tan penetrantes resultan sus diálogos en los que se
discuten ideas, los sentimientos de desgarro y dolor de una familia, como la
visión de los sangrientos despojos de la batalla, el hermanamiento entre
franceses enemistados al empezar el conflicto, o la evacuación a Burdeos del
gobierno, las cámaras, el presidente de la república y el cuerpo diplomático.
El colosal equilibrio entre lo colectivo y lo singular que aparece en la novela
permite a la narración fluir de plano íntimo al sociológico con naturalidad.
El horror de la trinchera.
Aunque puntualmente su francofilia aparta al
autor de la plena objetividad, no hace naufragar a la novela en la literatura
panfletaria. Los dos bandos son humanos, en los dos muere gente, en ambas
naciones las familias tienen que llorar la pérdida antinatural de los más jóvenes, cuando no su mutilación. O simplemente, padecen la prolongada tragedia de una angustiosa separación,
sometidos a la incertidumbre de que un día pueda llegar la peor de las
noticias. Así pues, ambos países y ambas familias, los Desnoyers y los Hartrott son humanos, si bien, las
motivaciones del nacionalismo alemán son criticadas mediante la sutil puesta en
evidencia de sus contradicciones y despropósitos.
Cementerios colectivos para los caídos en el campo de batalla.
Como no puede ser de otro modo, el tono pesimista domina en la narración. Sin embargo, también queda presente el empeño por vivir de todos quienes de un modo u otro sufren a consecuencia de la guerra. La romántica escena entre Chichí y su prometido mutilado por una explosión que se produce después de la visita a la tumba de Julio concluye la novela enfatizando este mensaje de apego a la vida.
Una crònica estupenda, Eduard. Jo no vaig llegir la novel·la perquè en Blasco Ibáñez no m'inspira atracció però vaig veure la segona versió de la pel·lícula que em va agradar molt, actors magnífics dirigits per Vincente Minelli.
ResponderEliminarMadariaga. No Maradiaga.
Dslit!
Moltes gràcies Glòria ;) Comentaris com aquest són sempre benvinguts. Jo de fet no tenia en ment llegir Blasco Ibañez, però vaig llegir el seu retrat als "Homenots" de Josep Pla i vaig decidir-me a encetar la seva novel·la més coneguda per fer una primera topada. No puc dir que m'hagi meravellat, però tampoc em desagrada.
EliminarNo sabia que hi hagués una pel·lícula. Ja miraré de trobar-la.
Dstil??
Eduard,
EliminarRecorda que la primera guerra es 1914-1918.
Hi ha dues versions de la novel·la. La primera calcada a la novel·la la interpretava el galan Rodolfo Valentino. La segona es va fer els anys 60, era en tehnicolor i estava ambientada a la segona guerra. Els actors eren molt bons: Charles Boyer, Ingrid Thulin (Marguerite) i Glenn Ford un galan que a mi no m'agrada però que va tenir molt èxit.
No sé si les trobaràs. Poden estar descatalogades. Pregunta a Amazon U.S.A..
Per més informació ja saps que a Wikipedia hi trobaràs quasi tots els detalls que necessites.
Salut, Eduard.
Moltes gràcies per les recomanacions ;)
EliminarGran novela y grandes películas, especialmente la de Vincente Minnelli. Felicidades por el blog.
ResponderEliminarMuchas gracias ;) Cuesta mantenerlo, pero vale la pena.
EliminarPor cierto, en mayo publicaré unas entradas sobre la constitución de 1931. Espero contar con tu opinión.