Contigo
la angustia es tan poco
que
su desgarro se diluye
en
tu abrazo por un segundo.
Hasta
el vacío se hace leve
en
tu caricia, en tu susurro.
La
angustia tan intensa tan
ausente
de consuelo muere
a
tu lado enferma de miedo,
porque
tú me creces alas
con
que surcar los universos.
Contigo
ni la angustia puede
envenenar
mis pensamientos.
Entonces
los trazos del alma
mientras
se deshojan serenos
esbozan
tu presencia efímera.
Sin
ti mi espíritu está enfermo.
29
de agosto de 2015
Eduard
Ariza
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