martes, 4 de septiembre de 2012

Alberti y la pintura



 Rafael Alberti (1902-1999)

Poca gente sabe que el gran sueño de Rafael Alberti en su adolescencia era ser pintor, y no poeta. Su habilidad natural con las palabras le arrebató a los veinte años el pincel y sus predilectas acuarelas para ponerlo a escribir Marinero en tierra (1924).
Nunca abandonó su amor por la pintura. Durante un breve periodo de su etapa claramente vanguardista intentó incluso realizar un ejercicio que consistía en transcribir los sonidos en colores. De un modo bastante arbitrario, en función de su intensidad, timbre, agudeza y duración, el poeta gaditano pintaba a cada sonido con una línea más o menos larga, de un determinado color. Esta curiosa transcripción fonética terminó por aburrir a su autor, pues sus posibilidades se agotaron en seguida haciendo naufragar su vocación creativa en una sucesión de repeticiones.
Durante su etapa del exilio, Alberti escribió entre 1945 y 1954 una serie de poemas consagrados a los cuadros o a los pintores que habían significado algo para él. Tal composición vio la luz bajo el título de A la pintura. Poema del color y la línea. Sus composiciones se fueron enriqueciendo y ampliando, hasta quedar fijada en 1976 para las obras completas.
A continuación dejo algunos de los versos más encantadores de los que encontré en este poemario. En términos generales, mi criterio ha sido referirme a aquellos que hablan directamente de algún artista. Así puedo citarlo con una imagen. Si bien, también cito algunos poemas a elementos meramente conceptuales del mundo pictórico.

Piero Della Francesca. San Sebastián


“Arquitectura ilesa,
incólume armonía.
Pesa la geometría
y la luz también pesa.”
Piero Della Francesca

El Bosco. El jardín de las delicias (Detalle)

“El diablo hocicudo
ojipelambrudo
cornicapricudo
perniculimbrudo
y rabudo,
zorrea,
pajarea,
mosquiconejea,
humea,
vente,a
peditrompetea
por un embudo.”
El Bosco

Tiziano. El rapto de Europa
“Tu música, su fuente calurosa.
Tu belleza, el concierto de su mano.
Tu gracia, su sonrisa numerosa.
Lúdica edad, preámbulo sonoro,
divina y fiel desproporción de oro.
[…] Bacanal de color: su mediodía.
Colorean los ríos los Amores,
Surtiendo en arco de sus ingles flores.”
Tiziano

 Goya. Saturno devorando a sus hijos (Detalle)

“En tu inmortalidad llore la Gloria.
Y sonría el Horror.”
Goya


 Picasso. La muerte del torero

“Del azul se arrancó el toro del toril,
del azul el toro del chiquero.
De azul se arrancó el toro.”
Picasso

 Corot. El punte de Ornans.

“Pintor de la sonrisa feliz y del aliento
desfallecido de los humos vagos,
silfo del bosque morador del viento,
hilo azul de la virgen de los lagos:
viera yo por los ojos tranquilos de tus puentes
el fluir encantado de la vida,
viera desde tus montes y valles transparentes
mi arboleda perdida.”
Corot

 Spilimbergo. Los vaqueros

“A ti la tierra debe oscuras grietas,
rastros profundos, huellas rotas.
El mar, ensimismadas terrazas, formas quietas,
velas cercanas y remotas.”
Lino Spilimbergo


“A ti, limpia, inmácula, expandida,
jubilosa, mojada, transparente.
Para el papel, su abrevadora frente,
agua primaveral, lluvia florida.”
A la acuarela

 Massaccio. La Trinidad

“A ti, engaño idea, por quien la vista
anhela hundirse, prolongada en mano,
yendo de lo cercano a lo lejano,
del hondo azul al pálido amatista.”
A la perspectiva

Velázquez. Las Meninas (Detalle)

“A ti, vara de música rectora,
concertante del mar que et abre el lino,
silencioso, empapado peregrino
de la noche, el crepúsculo y la aurora.
A ti, caricia que el color colora,
fino estilete en el operar fino,
escoba barredera del camino
que te ensancha, te oprime y te aminora.”
Al pincel

El impulso mimético que construye las artes en base a la imitación de la realidad, o por el conrario el deseo de escarpar de esta que han sentido varios movimientos constituyen las dos únicas tendencias posibles del mundo del arte. Son dos tendencias comunes a cualquier manifestación artística. En vista de esto, no es extraño que las artes puedan inicar un diálogo entre ellas, hablar las unas de las otras. Un pincel puede mostrar a un poeta cantando, un poeta componer una oda a unas pinturas.
De todos modos, entre la pintura y las palabras el funcionamiento es distintos. Las primeras constituyen una realidad que por semejanza remite a otra realidad más real que ellas mismas, o pone a prueba la realidad obligando a su espectador a reconocer que en su vida había visto antes algo parecido. Las palabras viven dentro de la mente y desde allí activan los nexos internos con la realidad, empezando el viaje desde el interior de cráneo.



3 comentarios:

  1. Sort que va deixa el pinzell per la ploma. A mi els dibuixos de l'Alberti em recorden els que feia en Xavier Cugat per tot arreu.

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  2. També podríem comentar que Oteiza hagués estat millor que es dediqués a l'escultura en compte de passar-se a l'escriptura!

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