lunes, 1 de junio de 2015

Dos Hombres de Derechas y la Segunda República (XIII)

El Gobierno Doméstico de Lerroux


La ruptura de la coalición entre la cedistas y radicales el 29 de marzo de 1935 abrió un problemático escenario para el que únicamente había dos soluciones: disolver las Cortes o acceder a las exigencias de Gil Robles que condicionó un nuevo pacto con los radicales a obtener un mayor número de carteras ministeriales.
El Presidente de la República veía con desagrado ambos planes. Una entrega de más poder ejecutivo a la CEDA implicaba dar las llaves de la república a unos enemigos del régimen. En cuanto a la llamada a elecciones, le suponía un problema personal, pues el art. 81 in fine de la constitución establecía que si el Presidente disolvía dos veces las Cortes durante su mandato, el Parlamento nacido de la segunda disolución debía aprobar su decisión por mayoría absoluta. En caso de no hacerlo, el Presidente quedaba automáticamente destituido, posibilidad que lo aterraba.

A principios de 1935, las esperanzas puestas en la república por la gente empezaban a decaer.

El 30 de marzo empezaron a ser llamados a palacio diferentes líderes de las mayorías parlamentarias. Entre los partidos de derechas, tanto Gil Robles, como Velasco, Cambó, Maura y el propio Lerroux se manifestaron contrarios a disolver las Cortes, pese a que ninguno de ellos supo exponer cómo rehacer la coalición de gobierno.
Por vez primera fue también llamado a la cámara presidencial Joaquín Chapaprieta. Según sus propias palabras, desde el inicio de la legislatura, había limitado su actividad parlamentaria a lo exclusivamente económico. Pero pocas semanas antes de la última crisis, la decena de diputados independientes de centro derecha que había en la cámara conformaron un grupo minoritario propio, para facilitarse la participación en los debates, y lo escogieron portavoz. En tal condición fue llamado por Alcalá Zamora.

Los líderes políticos eran llamados al interior del Palacio de Oriente, sede la Presidencia de la Nación.

Chaparieta provenía de la restauración. En aquel régimen hubo dos clases de políticos, y no precisamente liberales y conservadores; sino la mayoría, los oportunistas que medraron en política mediante las corruptelas, frente a un puñado de hombres que trataron de ayudar a su país desde el poder. Estos hombres se caracterizaron por ser ideológicamente asépticos, defensores de las medidas técnicas y la transigencia. Dentro de este corriente estaba nuestro hombrecillo.
El día 1 de abril, Lerroux salió de palacio con el encargo de formar gobierno, pero la CEDA se opuso, así que en pocas horas declinó el encargo. Pasó el turno a Velasco, el líder del partido agrario, que salió de Palacio dispuesto a cumplir con su cometido. Entre otros, se entrevistó con Chapaprieta al que, para su sorpresa, ofreció el ministerio de Hacienda. Sin embargo, ante la oposición de Gil Robles, Velasco también rechazó la invitación para formar gobierno.

José Martínez de Velasco, líder del partido agrario.

Tras tan largas e infructuosas consultas, el Presidente de la República optó por un apaño temporal, breve y bastante absurdo: el denominado “gobierno doméstico”. Encargó a Lerroux formar un gobierno a base de radicales, independientes y técnicos, excluyendo a la CEDA. Haciendo uso de otra facultad que se le confería al jefe del Estado para con el Congreso, sancionó el decreto de suspensión. La constitución de 1931, precisamente en el art.81, permitía al jefe del Estado suspender las secesiones de las Cortes durante algún tiempo, si lo estimaba conveniente. Así el Presidente quiso evitar el enfrentamiento entre los legisladores y el nuevo gabinete, prolongando su vida artificialmente.
Como solución para salvar al gobierno de un congreso hostil, fue de hacerse trampas al solitario, porque a diferencia de lo que ocurría en otros países como la Alemania de Weimar cuya constitución permitía, en su art. 48, al gobierno aprobar decretos de emergencia, sin pasar por el parlamento, si el jefe de Estado los sancionaba, en la república española no existía posibilidad alguna de legislar fuera del congreso. ¿En qué iba a consistir la acción de aquel gobierno entonces?

Portada de La Vanguardia tras las elecciones de 1933.

El 3 de abril de 1935 tomó posesión el gobierno Lerroux V, un gobierno que nunca se relacionaría con el Parlamento. Su composición fue la siguiente: Presidencia, Alejandro Lerroux (radical); Estado, Juan José Rocha García (radical); Justicia, Vicente Cantos Figuerola; Guerra, Carlos Masquelet (militar); Marina, Francisco Javier de Salas (militar); Hacienda, Alfredo de Zavala (republicano progresista); Gobernación, Manuel Portela Valladares (independiente); Instrucción Pública, Ramón Prieto Bances; Obras Públicas, Rafael Guerra Río (radical); Trabajo, Eloy Vaquero (radical); Agricultura, Juan José Benayas (republicano progresista); Industria y Comercio, Manuel Marraco (radical); Comunicaciones, César Jalón (radical).
Quizás este gobierno fuese lo más parecido a una coalición entre Lerroux y Alcalá Zamora. Casi un tercio de las carteras se vinculaban al jefe del Estado, en aquel gobierno de mayoría radical. Bien presente se debe tener que los progresistas eran un pequeño partido de centro derecha fundado por el Presidente. También el ministro de marina fue una elección personal de Alcalá Zamora, a quien le fue recomendado por su cuarto militar*. Más aún de su confianza era, como dijimos, Portela Valladares.
Por orden de Lerroux, el radical Rocha se había entrevistado con Chapaprieta para ofrecerle la cartera de agricultura, prometiéndole Hacienda "tan pronto como fuera posible". Aunque agradecido, el diputado independiente rechazó la oferta. Para él entrar en un gobierno por entrar, en un área cuya complejidad desconocía, carecía de sentido para él.

Decreto de 1932, con la firma de Giral, entonces Ministro de la Marina, y la del Presidente Alcalá Zamora.

En cualquier caso, este gobierno nació muerto. Gil Robles lo sentenció anunciando que lo haría caer tan pronto como expirara el decreto de suspensión. Sin posibilidad de aprobar leyes, aquel gabinete vio limitada su acción gubernamental a modificar algunos reglamentos y tareas similares puramente administrativas. Con la reapertura de las Cortes, Lerroux dimitió a primeros de mayo, apenas cuatro semanas después de prometer el cargo.


*El cuarto militar del Presidente de la República, muy similar al actual cuarto militar de la Casa Real, lo componían los militares que por elección del jefe del Estado debían asesorarle materia militar.



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