Para Alba, que me dio la idea
Hace unos días charlaba con mi amiga Alba sobre la situación griega. Durante la conversación le manifesté mi oposición a convocar nuevas elecciones en la República Helénica, no porque su gobierno no hubiera fracasado estrepitosamente o porque hubiera habido elecciones en enero, sino por el temor a que la ultraderecha ascendiera más todavía. Con brevedad traté de sintetizarle la situación y recuerdo que, como a muchos, le sorprendió descubrir la fuerza estos movimientos tienen en Grecia y en otros países europeos. Por eso me decidí a hacer esta entrada para esbozar el peso de tales ideologías en la UE a fecha de julio 2015.
Antes de pasar al comentario pormenorizado, sería bueno acordar qué se debería entender por ultraderecha, concepto peligrosamente banalizado por diversos grupos sociales y políticos que haciendo gala de su irresponsabilidad no dudan calificar de “nazis”, “fachas” y similares a quienes simplemente no comparten sus ideas.
Hace unos días charlaba con mi amiga Alba sobre la situación griega. Durante la conversación le manifesté mi oposición a convocar nuevas elecciones en la República Helénica, no porque su gobierno no hubiera fracasado estrepitosamente o porque hubiera habido elecciones en enero, sino por el temor a que la ultraderecha ascendiera más todavía. Con brevedad traté de sintetizarle la situación y recuerdo que, como a muchos, le sorprendió descubrir la fuerza estos movimientos tienen en Grecia y en otros países europeos. Por eso me decidí a hacer esta entrada para esbozar el peso de tales ideologías en la UE a fecha de julio 2015.
Antes de pasar al comentario pormenorizado, sería bueno acordar qué se debería entender por ultraderecha, concepto peligrosamente banalizado por diversos grupos sociales y políticos que haciendo gala de su irresponsabilidad no dudan calificar de “nazis”, “fachas” y similares a quienes simplemente no comparten sus ideas.
El uniforme, el desfile y el saludo configuran estéticamente la unidad.
Discrepar de otro, considerarlo alguien
sin sensibilidad social, machista, conservador, radical etcétera a menudo conduce a sentir una gran animadversión por esa persona, pero nunca deberíamos
catalogarlo de “fascista” por ese motivo. Ya no sólo porque ese término junto al de “nazi”
constituya un anacronismo, pues, tras la Segunda Guerra Mundial, en poridad
deberíamos hablar de “neo fascismo” o “neo nazismo”, sino porque por mucho que
pueda disgustarnos esta o aquella ideología, o incluso por peligrosa que pueda resultar
socialmente, sólo deberíamos definir como ultraderecha aquello que verdaderamente lo es, a fin
de no trivializar la amenaza que tales postulados representan.
Los movimientos ultraderechistas convergen
entorno a los siguientes pilares:
Una concepción totalitaria del Estado cuya
soberanía queda por encima del individuo, que pasa a ser sacrificable. Sin
embargo, a diferencia de la visión totalitaria de las dictaduras comunistas, esta concepción no
obedece a un pretendido proceso de maduración ideológica sino a una
interpretación a menudo adulterada de la tradición histórica.
- El Estado se basa en el Pueblo para dar lugar a la Nación. La idea de “pueblo” responde a menudo a concepción racial del mismo. No debe contaminarse mezclándose con extranjeros, ni por sangre, ni por el abandono de sus costumbres.
- Como consecuencia de lo último la ultraderecha abraza la xenofobia o incluso el racismo abiertamente. Aboga por el cierre de fronteras y mercado laboral para los extranjeros, defendiendo hasta el uso de la violencia contra la inmigración.
- Políticamente son muy tradicionales en el interior y cerrados en el exterior. La ultraderecha es abanderada de la antiglobalización en la que ve una amenaza para su “ideal nacional”. En el seno de la UE los más agresivos euroescépticos militan en ella.
- El populismo es una de las claves de su éxito. Con falacias y distorsionando la realidad, transmiten mensajes sencillos que dicen a la gente lo que quiere oír y con frecuencia crean un enemigo entorno al que se fragua la unidad.
- La Ley debe estar sometida a la voluntad popular en lugar de coartarla. Tal eslogan se traduce en la práctica en que la Ley debe someterse al líder gobernante en vez de la inversa. Tal vez la Escuela Jurídica de Kiel, impulsada por Hitler durante su dictadura, sintetice mejor que nadie la consecuencia de esta perversión al remplazar el “nullum crimine nulla poena sine previa lege” por el “ningún crimen sin pena”.
- Realizan apología o directa exaltación de la violencia. La fuerza queda por encima de la razón. Algunos de estos movimientos simpatizan abiertamente con las dictaduras que hubo en sus respectivos países durante el primer tercio del SXX.
- Económicamente la ultraderecha defiende un modelo corporativista. Apuesta por limitar la libertad individual para hacer negocios en favor de un modelo donde el Estado diseña las líneas maestras de la economía. Son firmes defensores del reparto de la riqueza por medio del Estado del bienestar, aunque excluyen de él a extranjeros y traidores.
- Por último todos los movimientos de ultraderecha fomentan la figura del líder carismático. Esa persona capaz de guiar a todo un pueblo hacia su destino, a quien se prodiga un trato diferencial en materia de saludos, modo de recibirlo y hacerle referencia. En sus manifestaciones más extremas el Líder y la Nación se aúnan en una identidad indisoluble.
Mussolini, primer ejemplo de dictador carismático contemporáneo.
Partidos que suscriban los parámetros descritos los hay en todos los países de Europa, aunque en la mayoría de ellos se reducen a grupos tan minoritarios que carecen de capacidad para entrar en los Parlamentos nacionales o territoriales, si los hay, o en la Eurocámara. Como mucho se hacen con representación en plenos municipales o algún pequeño ayuntamiento, así ocurre en España con Unidad Nacional, Falange o Plataforma X Catalunya.
Además de nuestro país, el grueso de los
miembros de la UE: Estonia, Polonia, la República Checa, Luxemburgo, Portugal,
Chipre, Malta, Eslovenia, carecen de un electorado neo fascista, más allá de
proporciones ínfimas. En un punto intermedio entre estos y los países donde la
ultraderecha goza de representación parlamentaria marginal, podemos ubicar a
aquellos Estados que tienen eurodiputados de ultraderecha.
Uno de los logos de Plataforma X Catalunya.
Pese a la inexistencia de una ley
electoral que regule las elecciones a la Eurocámara de modo global, la tónica general
es que los Estados empleen para tales comicios un sistema electoral mucho más flexible que el
utilizado para la elección de sus propios órganos legislativos. Caso
paradigmático es España, donde las elecciones europeas son los únicas que no
tienen barrera del 3% del voto y las circunscripciones son reemplazadas por un
colegio electoral único.
Sin discriminar por ideología, semejantes
flexibilidades facilitan el acceso de pequeños partidos a la Eurocámara
fomentando una más que cuestionable fragmentación de la misma. Como consecuencia,
algunos partidos ultraderechistas sin representación en su país sí llegan a
Bruselas. Así, en los últimos comicios europeos, el Partido Nacional Eslovaco
obtuvo 1 de los 13 eurodiputados de su país y el Partido de la Gran Rumanía 3
de 33. Extraordinaria sorpresa caso la irrupción en la cámara europea del
eurodiputado -1 de 96- del Partido Nacional Democrático de Alemania, única
fuerza del país que mantiene ideas abiertamente pangermanistas y hace apología
del nacionalsocialismo, del que se considera heredero directo.
Militantes del Partido Nacional Eslovaco con indumentaria paramilitar.
Seguidamente podemos ubicar a aquellos
países que tiene una representación marginal de la ultraderecha en sus
Parlamentos. Entre estos podemos mencionar los casos de Letonia y Lituania que
disponen de varios diputados de ultraderecha no inscritos, ya que no pueden
formar grupo, en sus Parlamentos de 100 y 141 escaños respectivamente; y especialmente el socio más nuevo de la UE Croacia donde el Partido por
los Derechos tiene un único escaño de los 151 del Parlamento. En Bélgica el
partido Interés Flamenco se ha hecho con 3 de los 87 escaños de la Cámara de
Representantes, 2 de los 35 del Senado y 4 de los 18 eurodiputados del reino.
Ya con grupo parlamentario propio, aunque
sea como fuerza política minoritaria, encontramos el caso búlgaro donde la
Unión Nacional al Ataque goza de 11 diputados sobre 240 del Parlamento y el de
Países Bajos cuyo Partido por la Libertad ocupa 12 escaños sobre 150 de la
cámara baja, 9 sobre 75 del senado y 4 de los 26 eurodiputados que corresponden
al país.
El parecido de la bandera de Amanecer Dorado con la esvástica nazi es evidente
En este nivel, un caso particular es Grecia donde la
ultraderecha se haya desdoblada en Griegos Independientes que tiene 13
diputados sobre 300 y 1 eurodiputado sobre 21, y Amanecer Dorado que dispone 17
diputados y 3 eurodiputados. Pese a los muchos puntos en común de su ideario,
tales como la noción de “nación” y su xenofobia, Amanecer Dorado se ha mostrado
mucho más agresivo en la práctica, perpetrando agresiones racistas tales como
ataques contra centro de acogida de inmigrantes con cócteles molotov, y también atentados contra sus rivales políticos. Su líder, actualmente en la cárcel por posesión ilegal
de armas, imita la simbología y liderazgo de Adolf Hitler –pese a no aceptar el
calificativo de neo nazi- presentándose como un Führer para su pueblo. Sus partidarios reproducen entorno a él y
los demás jerarcas del partido protocolo casi idéntico al que se dispensaba para los
antiguos dictadores fascistas.
Todos los periodistas que asistieron a esta rueda de prensa y no se pusieron en pie al entrar el líder del partido en la sala fueron expulsados.
Pese a carecer todavía del peso para ser
fuerza de gobierno, Amanecer Dorado ha disfrutado de un considerable
crecimiento en las últimas tres elecciones -todas ellas anticipadas. Su éxito responde a sus campañas de
ayuda “sólo para griegos”, a imitación de las nacionalsocialistas durante la
Gran Depresión “sólo para alemanes”, y sobre todo a haber logrado capitalizar el
antieuropeismo del pueblo que culpa a la UE de los estragos de la crisis. Si el
marco de crisis se prolonga, nada impide pensar que pueda convertirse en una
fuerza de gobierno en los siguientes comicios, como pronosticó el ex ministro
de finanzas heleno Varufakis.
Por lo que se refiere a Griegos
Independientes, muchos analistas pronosticas que terminará siendo absorbido por
Amanecer Dorado. Actualmente, sin embargo, forma parte del gobierno helénico,
como socio de la coalición de izquierdas Syriza, cuyo líder, el Primer Ministro
Tsipras, sorprendió a Europa y a sus propias filas al sacar a esta formación del ostracismos
político en que vivía, entregándole la cartera de Defensa.
Seguidores de Amanecer Dorado.
Otro caso especialmente controvertido es
Hungría. Aparentemente debería ser situada dentro del grupo que estamos tratando,
disponiendo el Movimiento por una Hungría Mejor de 23 escaños de los 149 del
Parlamento y 3 de los 21 eurodiputados magiares. Ahora bien, el giro
autoritario dado por el Fidez, partido
tradicionalmente de centro derecha conservador, hace que muchos lo consideren, sin paliativos, un país donde
gobierna la ultraderecha.
Viktor Orbán, actual Primer Ministro de Hungría.
Desde 2010 esta fuerza disfruta de mayoría
cualificada que supera los 2/3 parlamentarios, circunstancia que ha aprovechado
el Primer Ministro Viktor Orbán para aprobarse una constitución que amplía sus
poderes hasta límites más que cuestionables desde el punto de vista de la separación de
poderes, consagra la tradición católica como parte de la identidad húngara y
prohíbe el aborto; ha impulsado políticas de ciudadanía basadas en el concepto
étnico; pretende levantar una de las verjas fronterizas más largas del mundo
que cubra toda la frontera de su país con Serbia; ha cerrado por diversos
medios todos los medios de comunicación que no le son afines; algunas de su
medidas más polémicas atacan directamente a la etnia gitana, además ha
adoptado una posición de apología respecto a la figura del almirante Horthy,
regente e Hungría entre 1919 y 1944, quien fue aliado de Hitler y colaboró en el
Holocausto; su última propuesta es
reimplantar la pena de muerte. En su conjunto se puede afirmar que, si bien Fidez no tiene una tradición de partido
ultraderechista, en los últimos años se ha escorado hacia esa ideología. No
hace falta decir cuánto han disgustado estas medidas a la UE que ha tratado de
paralizar o mitigar algunas de ellas, no siempre con éxito.
En los últimos años, las autoridades oficiales rinde homenaje público al controvertido Horthy.
Vamos a tratar ahora aquellos países en
que fuerzas de ultraderecha disponen de un consolidado peso parlamentario que
les permite situarse entre fuerzas con opciones de gobierno o que ya ha formado
parte de alguno. En Dinamarca el Partido popular Danés ocupa 37 escaños de los
179 del Foketing, 4 eurodiputados de 13 así como varias alcaldías de
considerable importancia. El Partido de la Libertad de Austria tiene 38
representantes sobre 183 de la cámara baja, 9 de 62 en la cámara alta y 4
eurodiputados de 18. Sorprendente resultado obtuvieron los Demócratas Suecos
abanderados del odio a la UE y especialmente a los países del sur de Europa,
que se hizo con el tercer puesto del parlamento sueco en las últimas elecciones
con 49 escaños de 349, amén de 2 eurodiputados de 20 que ya tenía. Algunos relacionan su éxito con la consolidación en la vecina Noruega del Partido del Progreso que posee 41 escaños de
los 169 del Storting.
Respectivamente el Folketing danés y el Riksdag sueco donde la ultraderecha es la tercera fuerza en escaños.
Finlandia se encuentra gobernada en la
actualidad por una coalición de centro-derecha de la que forman parte el
partido de Centro, lo derecha conservadora y los ultraderechistas Finlandeses
Auténticos, que ocupan 38 escaños de 200 de la cámara y 2 eurodiputados de 13.
Como en el caso sueco el éxito de esta formación se resume en “¿por qué los
pobres y trabajadores finlandeses deben seguir pagando a los países del sur?”.
De hecho, durante la pasada negociación con Grecia este grupo amenazó con romper la
coalición de gobierno si se hacía la más mínima concesión a los helenos.
Por último en Italia la Liga Norte ha
ocupado varios ministerios en gobiernos de coalición Berslusconi, así como la
Presidencia de la Cámara de Diputados. En las últimas elecciones pese a una considerable caída en el voto, obtuvo 18 diputados sobre 630, 15 senadores de 315 y 5
eurodiputados de 73. Además gobierna en las regiones de Milán y Véneto,
controlando además numerosas alcaldías en la parte septentrional del país.
Emblema de la Liga Norte.
Por último hay que comentar dos casos
especiales: Francia y el Reino Unido. De buenas a primeras no parece que en
ellos tenga un gran peso la ultraderecha. El UKIP apenas ocupa 1 escaño sobre
650 en la Cámara de los Comunes y 3 de 780 en la Cámara de los Lores. Parecida
es la situación del Frente Nacional en la Asamblea de la República donde ocupa
2 escaños de 577, además de 2 senadores de 348. Sin embargo, tan escueta
representación no se corresponde en absoluto con la configuración real del electorado.
Nigel Farage, líder del UKIP.
En lugar de los sistemas de representación
proporcional habituales en Europa, estos dos países configuran sus parlamentos
mediante un sistema de elección directa por medio de pequeñas
circunscripciones. En el caso del Reino Unido se basa en una sola vuelta, es
decir, el candidato más votado de todos los que se presenten por pequeña que
sea su ventaja será el único que obtendrá el escaño. En Francia el sistema se
recrudece más al celebrarse una segunda vuelta entre los dos candidatos más
votados si ninguno obtiene la mayoría absoluta en la primera vuelta.
Propaganda electoral del Frente Nacional Francés.
Sin entrar aquí en un comentario más extenso, este sistema tiene básicamente una utilidad: propiciar mayorías
absolutas que den estabilidad al gobierno. Su gran contrapartida es que
consolida un bipartidismo excluyente para el resto de fuerzas, que apenas
alcanzar a obtener una representación marginal que en nada se corresponde con
la realidad, porque su número de votos global puede ser muy elevado.
De entrada, el populismo siempre suena muy bien.
Así el UKIP se ha consolidado como fuerza
electoral fuerte, obteniendo 3’8 millones de votos en las últimas elecciones
generales. Por su parte el FNF se mantiene en los últimos sondeos como tercera
o incluso segunda fuerza electoral francesa. Esto se ve en las elecciones
europeas, donde ambos países adoptan un sistema electoral mucho más flexible. En los
pasados comicios europeos el UKIP obtuvo 22 eurodiputados de 73 amén de otros 2
que obtuvo el también ultraderechista Partido Nacional Británico. Mayor fue el
éxito del FNF que en las últimas elecciones a la Eurocámara quedó como primera
fuerza de la república con más del 26% del voto se hizo con 23 de los 74
eurodiputados.
Està molt bé aquesta anàlisis i sobretot la part del davant on defineixes el que es pot considerar ultradreta.
ResponderEliminarA Espanya la ultradreta, fora dels quatre que es manifesten a Montjuic el 12-O o el 20-N al Valle de los Caidos, no està vehiculada per un partit concret sinó infiltrada sobretot en el PP. Un dels èxits -i dels problemes d'Aznar- fou integrar els elements més carques i ultramundants dintre del seu partit.
Recordo un professor que va insistir-nos molt en què era ultradreta d'allò que no ho era. Hi estic d'acord, tot i que pròpiament a Espanya no és pot parlar d'ultradreta política a nivell d'un gran partit.
EliminarMe ha encantado el artículo Edu, lugares en Europa que no sabía que había esta ultraderecha tan fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias querida Lushien VV ;) Realmente es un gran desafío para todos evitar que este tipo de ideas aniden en un sistema democrático en el que realmente no creen, porque democracia es mucho más que votar en una urna, ante todo es el respeto y defensa de unos derechos para todos los ciudadanos.
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