Queridos compañeros de blog. Un día como hoy, en realidad el pasado 21 de diciembre, si no recuerdo mal, Galderich y jo mantuvimos una entretenida charla acerca de las vanguardias. Yo le comenté que la lamentaba que en muchos sentidos, las artes punteras del S.XX pronostiquen en muchos sentidos la destrucción del arte. Él me dijo que tenía razón en muchos sentidos, pero que el arte renacería de sus cenizas como el ave fénix (Ok Gal, esto la parafraseo yo para hacerlo más poético, pero admite que queda bien).
El caso es que mi gusto por las formas artísticas más arriesgadas y transgesoras no me impiden sentir, en lo más profundo de mi ser, un gran cariño por las obras que se rigen según conceptos más o menos tradicionales de la técnica. Todo es compatible ¿o no?
Una conocida mía que se dedica de una forma bastante profesional a esto de la pintura acabó hace poco esta acuarela. No le complacieron mucho los resultados, de hecho ser rió de mí cuando le dije que, si me la regalaba la emmarcaría. Bueno, ahora ya no podrá reírse, porque como vis su acuarela paisajistica ondea en mi cuadro entre las cuatro barras de un brillante marco azul.
Podría haceros una descripción técnica de la obra (tarea para la cual me he documentado recientemetne, ya que no conocía demasiado la idiosicracia de la acuarela), pero prefiero que la contempléis como la ven sus ojos. A mi me recuerda, por su trazo suave y gentil, a cualquier forma de belleza fugaz que en un momento u otro habrá de desaparecer.
Por cierto, creo que, ya que hago promoción de la obra, sería absurdo no mentar a la artista, se llama Andrea Ruiz y me despido con otra foto (mal encuadrada, la culpa es del cámara) para que os deleitéis.
Ha, ha... m'ha agradat aquesta manera conceptual de repetir el quadre des de dos enquadraments diferents però iguals!
ResponderEliminarL'art és cosa de gustos i tot ens pot agradar. És el que ens passa als qui no tenim criteri...
Galderich, jo pensava que un home amb les teves canes i les teves clarianes capilars ja hauria après que això del criteri no exiteix. De fet, podem apreciar la tècnica, podem estudiar-la i fins i tot podem tractar una obra dintre del seu àmbit hitòric per entedre si fou o no revolucionaria. Tot inútil! Al final, la qüestió de si ens agrada o no, no serà contestada per cap test o estudi, simplement per un impuls indeterminat i millor que sigui així.
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