Para Thaïs
Te envío besos cristalinos por
el aire
con la esperanza de que los
percibas
debajo de la piel
como un regalo nacido en mi
sangre
un segundo corazón que tú latas
fraterno pero esquivo del
desgaste
que suponen los tedios
de quienes fingimos la
eternidad.
Eres un espumarajo brillante
casi de color plata.
Te escupió la vida por el viento
y yo caí en tu espuma
sedosa incluso sobre las
baldosas,
olas de cemento que nos escupen
como sucios vertidos
a insalubres calles de
urbanidad.
Cada vez hay más dudas…
Las certezas mueren en estos
tiempos.
Cuando al amanecer
el alba fragmenta nuestras
visiones
la realidad subyuga
cualquier sonido de tu corazón.
En la eternidad de los segundos
que dan sentido a nuestras
cortas vidas
deslizo mis recuerdos
hacia ti, sobre ti…
Puedo perderme en tus ojos de
picas
ahogarme en el bamboleo de tu
voz
y su perfume tierno de jazmín.
Salir del laberinto
decías era fácil.
Yo
lo dudé.
Pero ahora te creo…
Cruzo
de extremo
a las profundidades materiales
hasta encontrar mi espejo
y las luces más grises
gravadas en tu sonrisa
quienes son lumbre del cálido
aliento
y ovillo de Ariadna
o metal de Teseo;
pues son el otro extremo.
El recuerdo pétreo de este fuego
cuya llama engendra carne y vida
infunde en nuestro espíritu
existencia:
más
allá de lo orgánico
lejana de lo efímero
un brote de la nada
compañero de lo eterno y el
vacío…
Y cuando cuento nubes
en las llanas baldosas
un cosquilleo recorre mi espalda.
Es el latir de mi otro corazón
el que hoy quisiera enviarte
porque tú le das forma
y le das pulsación.
Invisible electricidad estática
¿recuerdas la farola
gris
de noche?
Ella nos alumbró por vez primera
en la calle
en
invierno
entre las luces de tarde rosadas
y el espacio de tiempo que se
diese
al resto de la vida.
Sentí entonces el furor en tu
flequillo.
Sostenías en tus hombros la
esperanza.
El clamor de los ángeles vi en
tus ojos.
Y la férrea locura
del encanto por la muerte en el
juego
de la vida, ajedrez, baraja y
dados
la besé en tus mejillas.
Porque allí estabas tú:
Deseo, futuro y muerte.
Nadie te dio un segundo corazón
… y lo necesitabas.
Un año después te lo entrego yo
por si el otro se para.
4 de marzo de
2012
Eduard Ariza
Hace un año, conocía a mi amiga Thaïs, cuya compañía a lo largo de este tiempo ha cambiado mi vida y mi salud para mejor. Esto es una forma torpe de darle las gracias... pero es lo mejor que he conseguido.
I think your poem is not a clumsy thing, i think that's the best way to show your friend that you are relly thanked about the things she had done for you.
ResponderEliminarI liked so much one of the verses that makes an beautiful scene while you both are between twilight lights and the grey light of the streetlamp.
Thank you for delighting me another time with your writings! Love you!
Thanks you for the coment. I hope that my friend thinks like you.
EliminarI love you Rachel!!
D'això se'n diu apassionament per a una persona.
ResponderEliminarSí... crec que és el meu millor defecte i la meva millor virtut. Ser un xic apassionat, sempre més per la gent de carn i os que per les idees.
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