jueves, 22 de mayo de 2014
Insomnio y añoranza
Para G…
Una vez soñé que una mariposa
se rompía al batir sus alas dentro de tus ojos.
Desperté poco después.
Quería creer que había sucedido de verdad
Pero la levedad del pensamiento
sólo en los sueños es más frágil que en la esperanza.
La cuenta de la distancia en pasos
no agotó a mi insomnio sino a la noche.
Justo entonces necesitaba tu presencia
como se necesita a una hermana. En aquel duelo
nada se agitaba excepto la angustia.
En ella se disolvían emociones
hasta reducirse a un poso,
a una mancha de su antigua esencia…
Algo que mejor hubiese sido
siendo nada
Y al final cayó el amanecer.
10 de septiembre de 2013
Eduard Ariza
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