La voz del silencio
se durmió bajo mi piel.
Ya no puedo encontrarme.
He resuelto el enigma.
Las olas del tiempo se agitan.
Acepto pisar sendas de alambre.
Ya no necesito el espejo.
Porto en la imaginación -y la memoria-
los colores polimorfos del alma.
30 de Abril de 2015
Eduard Ariza
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