lunes, 2 de abril de 2012

"El Señor Presidente"


Afortunadamente este semestre el número de lecturas obligatorias se ha mantenido en cuotas razonables. De las tres asignaturas que tengo de literatura sólo una, Panorama de la literatura hispanoamericana, lleva en el programa una lista de libros, 7 en total, que deben ser leídos. Las otras dos, que comprenden los panoramas literarios del castellano peninsular de la Edad Media al Barroco, y de la Modernidad a la literatura contemporánea respectivamente, imponen al estudiante un corpus de textos condensados en un dossier, por cierto bien elaborado y representativo de los vastos conjuntos que deben abarcar. Respecto a las otras dos asignaturas del semestres, las de lengua también hay lecturas, pero ya son opcionales.

Miguel Ángel Asturias (1899-1974)

Podéis imaginar que con mi carácter añado con facilidad libros de las bibliografías recomendadas a las lecturas obligatorias. Esto me obliga a hacer algunos esfuerzos, porque, si bien leo con ganas a diario, las lecturas obligatorias requieren de notas, apuntes, y por lo general una mayor atención que cualquier libro que se abre por placer. Si además hablamos de leer algún manual, la cosa se complica un poco más todavía. Ciertamente, uno puede ir leyendo Rayuela de Cortazar en el metro, pero, de animarse a abordar El Erasmismo en España por Bataillon, es cuestión de reservarse un escritorio apacible y con poco ruido para empezar a leer.
Pero esta entrada no es un espacio de quejas, sino que es, o al menos así lo aspira, una reseña breve a El Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias (1899-1974) distinguido escritor guatemalteco, ganador del Premio Lenin de la Paz en 1965 y del Nobel de Literatura dos años después. Su novela se ambienta, siempre a través del grácil velo del realismo mágico, en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, señor presidente en la novela, quien gobernó Guatemala entre 1898 y 1920. Hombre de gran crueldad y perversión, como la mayoría de los dictadores, su gobierno resultó nefasto para Guatemala. Dio lugar a matanzas y exilios, entre otros el del propio Miguel Ángel Asturias.

El dictador Manuel Estrada Cabrera, quien siempre vestía de luto.

¿Por qué recomendar esta novela y no otra? Pues bien. Recuerdo que cuando cerré su última página (al tercer día de lectura) pensé: “Hacía mucho que no disfrutaba tanto con una novela”. No empecé su lectura con una gran predisposición. No conocía de nada al autor y no sabía muy bien que esperar de la obra. Mi impresión empezó a cambiar en la medida en la que adelantaba las páginas.
Es una obra que se puede disfrutar a muchos niveles. Aquellos que sean amantes del realismo mágico hispanoamericano, tan famoso a causa del “boom”, encuentran aquí una de sus primeras y mejores manifestaciones. El lector, que guste de comparar una obra con otras y buscar relaciones en el canon, no tendrá problemas para relacionar El señor presidente con ¿qué se yo?...: Yo el supremo de R. Bastor, El recurso del método de Alejo Carpentier, barriendo para España tiene el Tirano Banderas de Valle-Inclán, y ya en la generación del “boom” se aprecia su influencia en El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez y muy significativamente en La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa. Queda también la lectura estructuralista, mi favorita, que en la última página de este libro comprende el elaboradísimo proceso de conciencia escritora del autor.

Portada de El señor presidente en Alianza Editorial

Y, por último, aquellos que disfrutéis con una lectura de estilo abierto, cuya sencillez se sumerge los dramas humanos hasta retratar la imagen del dolor y la pérdida, por medio de una historia entre el amor y el engaño, leed también este libro.
En resumen, a menos que no os guste leer, no tenéis excusa para evadir esta lectura.

8 comentarios:

  1. La sensació de "Recuerdo que cuando cerré su última página (al tercer día de lectura) pensé: “Hacía mucho que no disfrutaba tanto con una novela”" no es dona molt sovint!

    Pel tema de la lectura i la seva acumulació tranquil que "sarna con gusto no pica", i tens tota una setmana per actualitzar-te de lectures!

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    1. De fet segons com ne'n tindré tres. I creu-me no és cap plaer per mi tenir-les. La UB fa dues setmanes de festa, la de Setmana Santa i la de després. A més a més, el sindicat d'estudiants vol afegir una setmana més de "vaga continuada" que encara no sabem molt bé en què es traduirà...

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  2. Agh! m'estàs temptant terriblement i la pila se'm menja viva! El tindré en compte, sense cap dubte! :)

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    1. Accepta el consell d'un pobre estudiant al que no paren de recomanar-li nova bibliografi: intenta reduir una mica la pila abans de procedir. XD
      No te'n penediràs, t'ho ben asseguro :)

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    2. Segur que és bona. Primeer perquè tu tens critèri i també perquè Asturias va ser una gran sorpresa quan, fa anys, el vàrem conèixer llegint "Leyendas de Guatemala".
      Salutacions, eduard!

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    3. A veure si tinc temps de fer-lis un cop d'ull.

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  3. Piensa, Eduard, que leemos a todas horas, somos lectores casi las 24 h del día,la mayoría de veces sin voluntad de lectura. Que puedas acotar la mirada sobre un libro, o una pila de ellos, es siempre una concreción que debes agradecer. Y si Miguel Ángel Asturias centra tu atención, si puedes pasar sus páginas sin distrarerte con otras "lecturas" obligadas (realidad obliga), el universo entero puede bailar ante tus ojos.

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    1. Bueno, dicen que hay obligaciones que consiguen convertirse en vocaciones. Siempre he pensado que, sin menoscabar la cultura del esfuerzo y la dedicación, todos deberíamos encontrar un cierto placer en nuestro trabajo.

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