jueves, 19 de mayo de 2011

Plataforma NO per Catalunya!!!


Pel Galderich que va tenir la idea.

Es imperativo acotar el concepto de partido democrático. Hace días que me encuentro, mientras paseo por mi apacible Santa Coloma, pancartas de la candidatura municipal de Plataforma per Catalunya. No sé por qué cuando los veo mi brazo derecho siente un inusitado deseo de alzarse y gritar “Sid hail!”.
Es triste, muy triste que hayamos caído tan bajo como para que un colectivo de miserables pueda llegar a tener representación en los principales municipios del principado catalán. No son ellos los únicos catalizadores de la xenofobia, pues el PP se nos ha mostrado estos días como un verdadero licenciado en medicina explicándonos que la llegada de emigrantes lleva al repunte de enfermedades ya erradicadas. Bueno, está bien saber que para cuando manden en La Moncloa y recorten más la sanidad tendremos buenos médico que darán consejos a la ciudadanía con su ojo clínico y sin copago. No me extiendo en esta línea que sino doña Esperanza Aguirre me acusará de estar pagado por el vicepresidente Rubalcaba como ha insinuado hoy respecto a los movimientos de democracia real.
Volviendo a la cuestión de PxC, me gustaría abordar la cuestión sin ningún sentimentalismo. Aunque podría hacerlo, no voy a recurrir al hecho de que todos conocemos a algún que otro inmigrante (yo personalmente tengo una relación fluida con más de una decena) y que como podemos permitir que un colectivo inocente esté sometido al escarnio de un populismo vil que sólo busca consolidarse en una formación política estable a través de la canalización del descontento. Antes al contrario, creo que caer en el sentimentalismo sería un error y que esto debe plantearse desde la razón pura.
“Reduim la immigració” dicen todos sus carteles. Bien… ¿Cómo? ¿Piensan cerrar las fronteras? Es decir ¿van a abolir el viejo derecho de libre circulación? Van a deportar a los que residen aquí ¿acaso tienen medios diplomáticos para convencer a sus países nativos? De ser así, que empiecen a negociar tratados internacionales de alto estanding porque nadie, con excepción de ellos, tiene hoy día poder de imponerse de tal forma en el mapa diplomático internacional ¿Tal vez van a matarlos? Por favor, no pueden dentro de la legalidad constitucional vigente. En resumen, queridos blogeros, este partido es una formación de odio que hace faltas promesas que no podrá cumplir usando el tan viejo como estereotipado populismo de la discriminación.
Pero, después de haber planteado la incapacidad de la formación para lograr sus fines, abordemos al votante de este grupo. No es justo en muchos casos acusar al votante que elige estas opciones de ser un cretino o de ser poco inteligente. Tales calificativos solo pueden emanar de una mentalidad elitista incapaz de sentir empatía por gente que no ha gozado de los privilegios que le han permitido madurar intelectualmente a lo largo de su vida y de los que le garantizan estabilidad económica en el presente. Sin embargo, es obligación moral de aquellos que elijan a sus representantes democráticos entre personas de la calaña de PxC hacer una reflexión. ¿De verdad creen que los emigrantes son el gran problema de nuestro país? Hace cinco años, cuando nuestra economía fluía teníamos más emigrantes –muchos más- que hoy. No voy a caer en la analogía falaz de decir que por lo tanto los emigrantes son sin duda algo positivo para nuestra economía, aunque el hecho de que podamos acogerlos sin problemas los convierte en un indicativo de esa circunstancia. Lo cierto es que el problema económico es demasiado complejo para reducirlo en la desesperación personal, por supuesto legítima, que se pueda sentir a culpar de él a una minoría. Es un error de cuya creencia el individuo tarde o temprano se sentirá como poco decepcionado.
Me gustaría cerrar esta entrada parafraseando al Presidente Mitterrand quien en una ocasión dijo “El gobierno de Vichy no era Francia”. Pues como él dijo esto yo digo que PxC res no té a veure amb Catalunya!

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