miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cómo leer a todo Fluabert en una tarde


“Los latidos de su corazón fueron disminuyendo uno a uno, cada vez más flojos, más suaves, como una fuente que sea agota, como un eco que se aleja; y cuando exhaló el último suspiro, creyó ver en los cielos entreabiertos un loro un loro gigantesco que se elevaba por encima de su cabeza.”

Con la muerte de Félicité termina El corazón sencillo, primera de las tres narraciones que conforman Tres Cuentos (1877) de Gustave Flaubert. Como los más sutiles ya habréis adivinado, difícilmente se puede leer a todo este autor titánico en una sola tarde. Sin embargo, este pequeño libro ofrece una visión panorámica de todos sus géneros.

Gustave Flaubert (1821-1880)

El responsable de la edición de Cátedra, Germán Palacios, afirma que en El corazón sencillo podemos encontrar a Madame Bovary, en la siguiente narración, La leyenda de San Julián el Hospitalario, el sentimiento místico de La tentación de San Antonio, y que en Herodías, el tercer relato, resuena el eco de Salambó.
Tengo mis recelos para aceptar al cien por cien esta analogía tan exagera. Porque, si bien, este pequeño volumen nos ofrece un recorrido por la Francia decimonónica, la mística medieval y la, entonces poco explorada, época del mundo clásico y en este caso también el bíblico, también es muy cierto que cuesta encontrar analogías entre Emma Bovary y el sencillo personaje de Félicité, quien vive alejada de la pasión romántica y el materialismo. Más me costaría a mí, ver algo de la bondad y el espíritu patriótico de Salambó en Herodías, cuñada y amante de rey Herodes.
Al mismo tiempo, no me atrevo a negar que la variedad narrativa de las distintas épocas y la clara diferenciación entre una criada del S. XIX, la de un santo del la alta edad media y la madre de Salomé, en el S. I, ofrecen al lector una visión panorámica de los múltiples escenarios que tocó el autor. Realmente, es sorprendente empezar a la lectura de tan pocas cuartillas en un relato del más puro estilo costumbrista, evocar después un milagro medieval y terminar con la decapitación de San Juan el Bautista.

 Salomé bailando la danza de los siete velos.
 
No voy a extenderme en reflexiones sobre el argumento, pero recomiendo la lectura de Tres cuentos a dos clases de personas: a aquellas que conozcan muy bien las obras puntales de Flaubert y quieran enriquecerse un poco más con este gran autor, y, aún más especialmente, a quienes quieran aproximarse un poco. Me atrevería a asegurar que ésta puede ser una buena lectura para los lectores más jóvenes que quieran romper el hielo con el realismo francés flaubertiano, antes de sumergirse en sus aguas. Ciertamente, su corta extensión, la hace más apetecible en ese sentido a quienes aún no tiene hábito de leer. En resumidas cuentas: recomiendo estas narraciones a todo el mundo. Recordad que se lee en una tarde.

4 comentarios:

  1. Els que som de lectures fast-foods t'ho agraïm. Una bona recomanació. Aquest dijous tinc programat anar a La Central i el demanaré.
    Gràcies una vegada més.

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  2. És un llibre preciós, Eduard i ara parlo únicament d'Un coeur si simple on Joyce hi va trobar inspiració per un dels seus contes del recull "Dublinesos". Peró hi ha més coses: Felicité és també la Colometa de Mercè Rodoreda i, per si fos poc, la extraordinaria Misericordia de Pérez Galdos. De vegades pocs fulls guarden tresors. Es tracta de qui els ha escrit,és clar.
    Salutacions!

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  3. Gladerich, me'n alegro que trobis "Els tres contes" com una lectura ràpida. Ara és una exquisitesen per paladars delicats, res de fast-food.
    Glòria: Realment sempre em deixes astorat. No volia allargar-me en algunes consideracions, però, veritablement, desconeixia la profunditat del personatge de Félicité.

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  4. Una bona recomanació, Eduard. Sempre va bé tenir a mà bona literatura de "consum". A vegades no ens embarquem amb segons quines lectures per manca de temps. I més sovint encara, ens perdem lectures perquè només passem per les obres més conegudes.

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