![]() |
Dante ante Beatriz, por Blake |
La presencia de
literatos en la obra magna de Dante no es muy frecuente. Muy pocos de los
personajes que aparecen en esta obra está versados al mundo de las artes.
Algunos, como el emblemático Pier della Vigna, con quien el peregrino conversa
en el bosque de los suicidas, no alude en su relato a su condición de escritor
italiano, autor de un epistolario latino, sátiras u otras composiciones que le hacen
merecer un nombre en la escuela siciliana, sino a la de consejero del emperador
Federico II.
Sin embargo, dos
poetas ocupan un preeminente papel como guías, Virgilio y Sordello. En el
Limbo, como ya hemos mencionado, el peregrino se encuentra con Homero, Horacio,
Ovidio y Lucano, los considerados como mejores poetas de la antigüedad clásica.
No obstante, quizás, más importante que el encuentro con ellos, sea, como se
expuso en el anterior apartado, analizar hasta que punto influyen en la lírica
dantesca sus diversos poemas, especialmente Ovidio, Horacio y, no podemos
olvidar al propio Virgilio. El gran poeta épico de Roma inspira en Dante el
deseo de escribir la más grande composición épica de la lírica cristiana.
Especialmente el descenso de Eneas a los infiernos, al que se alude
constantemente en la Comedia, parece
un antecedente literario claro del viaje de nuestro peregrino.
![]() |
Vigilio muestra a Dante los castigos infernales [Detalle] |
Curiosamente
ningún bardo, poeta o trovador ocupa un sitio en el círculo de los lujuriosos,
si bien no podemos obviar la referencia metaliteraria a Lancelot y Ginebra que
nos brinda el relato de Francesca y Paolo. Lo cierto es que la literatura actúa
sobre los amantes como un consciente estímulo de la libido:
"Muchas
veces los ojos suspendieron
la lectura, y el
rostro emblanquecía,
pero tan sólo
nos venció un pasaje."
(Infierno, Canto V)
A partir de ahí,
al primer beso espontáneo, le sucede el resto del romance.
Por su parte la
presencia de Bruneto Latino entre los sodomitas también representa una
considerable referencia metaliteraria. Este importante diplomático y literato
florentino, desempeñó diversos cargos públicos, entre otros el de embajador
ante la corte de Alfonso X de Castilla. Como su discípulo, Dante, conoció el
exilio. En su caso en Francia, donde precisamente en francés escribió su Tresor, compendiando el saber de la
Escuela de Chartres, una de las primeras entidades en estudiar en profusión el
platonismo, si bien combinado con fuertes aspectos de la doctrina estoica.
Precisamente en el Canto XV le recomienda al peregrino que busque en esa obra
el saber con que salvarse a sí y las soluciones para la situación política de
Italia.
En el
purgatorio, encontramos otra figura literaria preeminente, también la de un
poeta, también de Padua, Sordello de Goito, trovador, que acompañará a Dante y
Virgilio haciendo de segundo guía del peregrino en el purgatorio. Nació a
finales del S. XIII y disfruto de una vida agitada casi novelesca. Así, tras
raptar a la hermosa Cunizza da Romano -también presente en el purgatorio-
hermana de Ezzelino III, casada con Ricardi di San Bonitafio, a cuyo servicio
se encontraba Sordello como poeta, se vio obligado a huir errante por diversas
cortes de Europa. Carlos de Anjou se acabó convirtiendo en su principal
protector. Tras ser liberado del cautiverio en Navarra por intercesión del papa
Clemente IV, en 1269 fue recompensado por sus méritos militares con cinco
castillos. No llegó a disfrutarlos demasiado, pues pasaría a mejor vida poco
después, a tiempo para encontrarse su alma en la Divina Comedia.
![]() |
Dante y Virgilio en el Séptimo Círculo del Infierno, por Blake. |
Como trovador la
mayor parte de su poesía que se ha conservado hasta nuestros días contiene un
gran número de canciones de temáticas amorosas, junto con algunas composiciones
de tono satírico como los sirventeses, así como algunos plantos, siendo especialmente célebre el compuesto en homenaje a la
muerte del caballero Blacatz. Sin embargo, no parece que por tales
composiciones decidiera Dante asignarle un puesto tan importante en su obra
magna, sino más bien por su Ensanhament
d'onor en que evalúa y enumera a la mayoría de soberanos de su época
evaluando su conducta.
Es importante
recordar que nada más ver que Virgilio acompaña al peregrino, Sordello se
arrodilla ante él. De ese modo Dante nos deja muy claro que aunque ambos poetas
le hagan de guía, en absoluto tiene a los dos por iguales.
En el Canto XXIV
del purgatorio nos encontramos Bonagiunta Orbiciani, poeta y notario de Lucca.
En De Vulgari Eloquientia Dante había
criticado su estilo lírico. Después de todo este poeta seguía los cánones de la
lírica provenzal y la escuela siciliana, apartándose de la dolce stil nuovo.
Sin embargo es
en el Canto XXVI del purgatorio donde asistimos a una de las críticas
literarias más expresas de toda la Comedia.
En este círculo del purgatorio, por cierto, purgan sus pecados quienes han
pecado de homosexualidad, hermafroditismo o simplemente lujuria; especialmente
por lo último estamos en un lugar de penitencia ideal para los poetas de la
época. Recorriéndolo el peregrino encuentra a Guido Guinizzelli, un poeta de
mediados del S. XIII adscrito al bando gibelino, autor de un pequeño cancionero
amoroso que renovó en buena medida la escuela poética doctrinal de la Italia
septentrional, aunque si abrazar todavía los postulados sobre los que se
configuraría la dolce stil nuovo.
Podremos decir entonces que su obra queda en un punto de transición entre este
último y el estilo provenzal o de la Escuela Siciliana.
![]() |
Doré, los soberbios en el Purgatorio. |
Dante y
Guinizzelli van a conversar brevemente y este le va indicar que reparé en su
compañero de purga: Arnaut Daniel famoso poeta provenzal adscrito al trovar clus, que sirvió en la corte de
Ricardo Corazón de León entre 1180 y 1200. En De Vulgari Eloquientia,
el poeta florentino ya había mostrado su admiración hacia él, que aquí en la Comedia reitera comparándolo con Giraut
de Bornelh en versos 118 a 120, cuando Guinizzelli le dice al peregrino:
"En los
versos de amor o en narraciones
a todos superó
[Arnaut Daniel]; y deja a los tontos
que creen que el
Lemosín [o sea, Giraut de Bornelh] le aventajaba.
(Purgatorio, Canto XXIX)
Y aún llevará
más lejos el alma del purgatorio añadiendo una comparación entre la mejor
valoración que muchos han tenido de Giraut de Bornelh respecto a Arnaut Daniel,
con la admiración que en Italia venía despertando la figura de Guittone de
Arezzo.
"Así
hicieron antaño con Guittone,
de voz en voz
corriendo su alabanza,
hasta que la
verdad se ha impuesto a todos."
(Ídem)
Ambos poetas
cada uno en su estilo representan una lírica vinculada a lo popular. El fecundo
Bornelh, poeta de finales del S. XII, es criticado por Dante por un estilo
demasiado simple, basado en la interdicción de la poesía provenzal de formas
populares. También Guittone, poeta del S. XIII miembro de la llamada escuela
doctrina italiana. Su producción también fue inmensa. Dante le critica por las
mismas razones que a Bornelh. (465). Sería anacrónico catalogar a Dante de
poeta "clasista", sobre todo porque él conoció una realidad estamental,
no de clases sociales. Aunque no cabe duda que de estos juicios se derivan una
visión culta de la poesía como forma auténtica de la lírica.
Para Dante la
lengua vulgar era un instrumento válido siempre que se esmerara en su
perfección formal y conceptual, sólo entonces podía considerarse igual de
legítima que el latín para la lírica. La poesía "popular" en
definitiva no podía ser mejor la culta. De ahí que en el momento de elegir
entre trovadores, el poeta florentino se decante por un representante del trova clus, en lugar de uno del trova lleu.
Dante y Virgilio ven los castigos del Infierno, |
No podemos
avanzar en nuestro comentario sin mencionar el cariñoso detalle que Dante tiene
hacia su admirado Arnaut Daniel, pues cuando su alma penitente se dirija a él
lo hará en provenzal (versos a 140 a 148). De hecho, únicamente el provenzal y
el latín obtienen así presencia en este excelso poema escrito en dialecto
toscano.
En el Paraíso
Dante no encuentra muchos profetas, padres de la Iglesia que escribieron
muchísimo, como San Agustín o Santo Tomás de Aquino, y algunos escritores de
vena mística como Hugo de San Victor. Este último aparece cercano al santo de
Hipona. Aunque en puridad ningún "escritor" en la acepción literaria
del término conversa con él.
Esta ausencia de
poetas en la Comedia se explica por
varios motivos. Algunos críticos sin duda aludirían al carácter de Dante,
vanidoso, como el mismo poeta reconoce por boca de su peregrino, para dar
demasiada cabida en su obra a otros maestros del verso. Personalmente, no creo
que esta razón revista demasiada importancia. El defecto de la vanidad se
exagera en el poeta florentino cuando se cree que puede llegar a causar tales
estragos en su obra. Más bien hay que mirar hacia el propósito ontológico de la
Comedia: La abundantemente presencia
de nobles, reyes, emperadores, papas y clérigos responde a la vocación del
titánico poema de ilustrar el orden terrenal justo para la iglesia y la
política. Siendo este punto la clave de la ontología para que en su
colectividad el mundo se propicio a la virtud del individuo favoreciendo esta y
siendo impulsado por la misma, es lógico que el juicio de tales personajes,
para bien o para mal, ocupe la dimensión personal de la obra.
![]() |
Dante por Giotto. |
La lírica tienen
una función sin duda dentro de la ontología, pero es una función menor que con
unas pocas alusiones y contados testimonios, Dante ya deja sobradamente clara,
como hemos apuntando, cerrando una defensa de la poesía culta, elevada y
arraigada en la dolce stil nuovo.
Eduard Ariza Ugalde
Bibliografía Consultada
ALIGHIERI, DANTE, Divina Comedia. Ed. de Petrocchi, Giorgio; Martínez de Merlo. 9ª Ed. Madrid: Catedra, 2005.
ALIGHIERI, DANTE, Divina Comèdia. Ed. Mira, Joan F. Barcelona: Proa, 2000.
ALIGHIERI, DANTE, Vida Nueva. Ed. de Pinto Raffaele. Madrid: CATEDRA, 2003.
ANDERSON, William, Dante the maker. Boston: Routledge&KEgan Paul Ltd, 1980.
AUERBAHC, Erich, Dante Poeta del mundo terrenal. Madrid: Acantilado, 2008.
AAVV, Antología Esencial de la Poesía Italiana. Colinas, Antonio (Coord.), Madrid: Austral, 1998.
AAVV, Derecho Eclesiástico del Estado. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2012.
AAVV, AKAL Historia de la Literatura Volumen Segundo El Mundo Medieval 600-1400. Madrid: Ediciones AKAL, 1989
AAVV, The Cambridge History of Italian Literature. Cambridge: Cambridge University Press, 1996.
BORGES, Jorge Luis, Nueve Ensayos Dantescos. 4ª ed. Madrid: Alianza Editorial, 2009.
FRECCHERO, John, Dante: the poetics of conversion. USA: Harvard's Editions: 1986
NEMBRINI, Franco, Dante Poeta del Deseo. Madrid: Ediciones Encuentros, 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario