lunes, 9 de enero de 2012

Tres reyes, tres hermanos, tres Borbones: Luis XVI


Mi gusto por leer obras titánicas (tanto en esplendor como en volumen) de la literatura universal me ha arrastrado durante los últimos meses a leer las Memorias de Ultratumba de Chateaubriand.
He disfrutado mucho con su lectura y no quería dejar de hacer un par de entradas en el blogg para comentarla. Desgraciadamente, éstas se hacían demasiado largas, por lo que decidí dividirlas. Luego vino el problema de la temática, ya que hablar de Memorias de Ultratumba implica hablar de la historia y la política de Europa, más exactamente Francia, a finales del S. XVIII y primera mitad del S. XIX. A fin de separar con mayor comodidad el marco histórico del comentario literario, he decidido escribir estas entradas sobre los últimos tres Borbones de Francia. No escribiré sobre Napoleón, porque, si bien es cierto que ocupa un lugar destacado en el texto del Chateaubriand, su figura se encuentra alejada del sentimiento ético-político del autor.
Empecemos con Luís XVI, el más conocido de los tres hermanos.

 Luis Delfín de Francia (1729-1765) por Anne Baptiste Nivelon, 1764, Palacio de Versalles. 
 
Luís duque de Berry fue el quinto hijo del matrimonio de Luís Fernando, Delfín de Francia, y María Josefa de Sajonia, hija de Augusto III de Sajonia. El mismo año de su nacimiento, 1754, falleció su hermano mayor de un año, Javier, duque de Aquitania. Esto deja el pequeño de tercero en la sucesión al trono, por detrás de su padre y su hermano mayor, Luís, el duque de Borgoña. La muerte de éste último a los diez años traumatizó profundamente al futuro rey. Según los psicoanalistas María Torok y Nicolás Abraham llegó a padecer el síndrome de criptoforia, es decir, pérdida de su propia identidad en “imitación” de la de la de su hermano.

 Maria Josefa de Sajonia (1731-1767), por Nattier 1751, Palacio de Versalles.
 
En 1750, siendo ya heredero directo de su abuelo Luís XV (su padre había muerto cinco años antes), contrajo matrimonio con María Antonieta, hija de María Teresa I de Austria. Este matrimonio ambicionaba el fin de las hostilidades entre los Habsburgo y los Borbones. Tímido y con problemas de diferente índole, Luís no consumó su matrimonio hasta siete años después de haberlo contraído, pese a dormir cada noche al lado de su esposa.

 María Antonieta (1755-1793) por Le Brun 1783,
 
Al fin, la pareja tuvo hijos. Sólo en el caso de la primera, María Teresa Carlota de Francia (1778-1851) tenemos certeza de que la paternidad fuese de Luís XVI. Los otros tres hijos, Luis José Javier (1781), Luis Carlos (1785) y María Sofía (1786) está muy discutida. En cualquier caso, el monarca quedó profundamente abatido por la prematura muerte de su hija menor, con apenas un año de vida en 1787 y la de El Delfín Luís José que falleció en 1789, poco antes de la revolución.

 María Teresa Carlota de Francia (1778-1751),  primogénita de Luís XVI , como Delfina de Francia, por Alexandre François Caminade, 1827

 
La muerte de su abuelo en 1774 lo ascendió al trono de la monarquía más poderosa de Europa. La caricatura del monarca suele mostrar a un hombre estúpido, incapacitado para el gobierno; tal cosa no es cierta. Luís XVI fue el primer monarca poliglota del trono de Francia, hablaba con fluidez alemán e inglés, además de su francés materno. Sentía asimismo una gran pasión por la química y la física. Su biblioteca privada concedía un lugar de honor a los libros Montesquieu, de quien tenía un par con notas manuscritas del autor. También leía con frecuencia a David Hume, aunque sólo sus textos historiográficos.

 Firma de Luís XVI

Vivía alejado del ambiente festivo de cacerías y banquetes de la corte, la más cara de Europa, (que tanto gustaba a su esposa) y practicaba lógica, retórica, matemática y hasta se hizo construir un pequeño observatorio para dedicarse a la astronomía. Sus “rarezas” eran motivo de burla entre sus propios cortesanos; y motivo de reprobación de su confesor fue decirle a este, al subir al trono que quería construir una monarquía “al margen del derecho divino”.


Luis XVI rey de Francia y Navarra (1754-1793) por Callet, 1788, Museo del Prado.

 

Hombre de ideas progresistas y verdaderamente ilustrado, Luís XVI demostraba poco interés por el gobierno que lo consideraba ajeno a él. Esto no le impedía tener clara la situación de Francia. A comienzos de su reinado, ante la necesidad de una reforma, intentó que Turgot aprobase una reforma para que la nobleza y el clero pagasen impuestos. La oposición de los estamentos privilegiados se sumó a la falta de voluntad del rey que cesó a su ministro en 1776.

 Escudo de Luís XVI, este se colocó durnate su reinado sobre la bandera monárquica francesa completamente blanca.

 
Necker fue la siguiente elección de Luís XVI, cuyo nombramiento, por éste plebeyo, extranjero (ginebrino) y protestante no pudo acogerse peor en la corte de Versalles. El nuevo hombre fuerte del reino impulso con el apoyo de Luís XVI reformas progresistas, algunas incluso aplaudidas por Voltarie.

Jacques Turgot (1727-1781)

En 1779 tuvo la osadía de autorizar a la mujeres casadas a emplear sus pensiones (en caso de que las tuviesen) sin autorización de sus maridos. También fue iniciativa de Necker el apoyo a los Estados Unidos en su Guerra de Independencia (1775-1781). Sin embargo, la oposición radical de la nobleza a revisar el sistema de impuestos le forzó a dimitir en 1781.

 Jacques Necker (1732-1804), por Duplessis, Palacio de Versalles.



 Dos años después, a raíz de un crisis de subsistencia y después de que el rey haya abierto Los Estados Generales, parodia de parlamento donde cada estamento tenía un voto colectivo, estalla la revolución. Mucha gente considera que la Revolución de 1789 fue republicana. Esto constituye un error grave, pues el carácter de esta, al marge de Le Fayette, se vinculaba más al constitucionalismo.

 El vizconde de Calonne (1734-1802),  por Vigée Lebrun, 1784, Royal Collectio, Londres.




Todos sabemos lo que ocurre, el rey es obligado a renunciar a su título de rey de Francia y es designado “Rey de los Franceses”. La mayoría de la familia real se exilia, pero el rey su mujer y sus dos hijos son llevados a El Louvre. Allí el rey vio con desagrada el inicio de “El Terror”, cuando los despóticos y frágiles gobiernos de La Asamblea se enemistaron con toda Europa y empezaron una persecución inclemente contra la nobleza y los clérigos. Además, según sabemos por sus textos personales, el rey temía seriamente un atentado contra él o algún miembro de su familia.

 Jena-Pierre-Louis-Laurent Houel, Toma de la Bastilla, 1789. 

En 1792 la huída de la familia real se ve frustrada en Varennes. Fue destituido y llevado a El Temple. En 1793 fue guillotinado. Al ponerse sobre la plancha basculante les dijo a sus verdugos “Haréis lo que se os haya mandado, pero no me ataréis”.




La ejecucución de Luis XVI, folleto propagandístico de 1794.


Su familia no corrió una mejor suerte. Su mujer fue acusada de conspiradora, cuando objetivamente, ningún contacto tuvo con la política. Más ruin fue la acusación, instigada desde el sector antimonárquico de “estrupo” (abuso sexual) sobre su propio hijo. La reina vio con gran dolor como el príncipe era manipulado ante ella, en el Tribunal, respondiendo “sí” a una pregunta cuyo significado no podía entender a los diez años. Contados meses después de la ejecución de su esposo, temeroso el gobierno de que fuese rescatada con sus hijos, María Antonieta fue ejecutada. Calva a causa del estrés, pidió perdón a su verdugo por pisarle al subir al cadalso.



Litografía de Luís XVII, anónimo.


El pequeño Delfín, fue reconocido nominalmente como Luís XVII de Francia por los monárquicos, pero falleció en El Temple en 1795, a causa de tuberculosis. Su hermana, María Teresa Carlota fue la única superviviente del linaje. Se casó con su primo el duque de Angulema, hijo del futuro Carlos X, por lo que, durante el reinado de su tío 1823-1830, se convirtió en delfina de Francia. Murió en el exilio, sin descendencia, en 1851.

 Mausoleo de Luís XVI y María Antonieta en Saint Denis, edificado por Luis XVIII en la Restauración (1814-1830)

9 comentarios:

  1. És una obra que tinc pendent de regalar-me, gràcies pel tast!

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  2. Este señor hablaba español,también.
    Gracias.

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  3. Le digo que Luis XVI,en sus momentos de ocio,aprendió italiano y español. Le dijo a Malesherbes:"-Sentí que,al salir de mi educación,algo me faltaba. Esas eran las otras lenguas. Español,inglés,italiano.,etc,.-,y añadió,con un gesto de orgullo-:Las aprendí solo." Bastante inteligente este señor.
    Gracias.

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    1. No conocía esa anécdota ;) Muchas gracias por contármela y gracias por comentar.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. muchas gracias por la información, aunque no me sirvió de nada porque eso ya lo sabía...pero aún así, gracias

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