Recientemente empecé un cursillo
de literatura norteamericana. La historia literaria de los Estados Unidos me
era sorprendentemente desconocida. Ignoro por qué este defecto mía es
extrapolable a la mayoría de las personas, empezando por los propios
norteamericanos, siempre poco cuidadosos con sus artes.
Celebro haber empezado a cambiar
para mejor en este campo y aprovechando que algunos de los seguidores de Neonovecentismo
sois aficionados a las lecturas breves quiero recomendaros Bartleby, el
escribiente de Melville.
El nombre de este autor no puede
desasociar de su obra principal, Moby-Dick, que de mala manera ha
terminado por eclipsar al resto de su producción. Digo lo de mala manera
fundándome en dos motivos, el primero es que si bien la narración de la ballena
blanca recoge su mejor trabajo es frecuente que se la lea de manera incorrecta,
como la simple caza de una ballena y no como el intenso estudio de la psicología
obsesiva del hombre; y el otro motivo es que Moby Dick tampoco logra
condesar toda la cosmología literaria de Melville.
Bartleby, el
escribiente suele exponerse siempre al lado del adjetivo
kafkiano. No haré uso de semejante anacronismo, dado que sí bien es muy
ilustrativo, la aclaración que puede hacernos se oscurece por su error
cronológico.
Bartleby es un escribiente cuya
frase, “Preferiría no hacerlo” se reitera a lo largo de todo el relato. Se
niega a trabajar más allá de lo que estipula su contrato y a veces ni eso. Su
jefe, el narrador, siente por él una inusual compasión. Le toma por alguien con
problemas fruto de un pasado trágico. Intenta ayudarlo de mil maneras. Cuando
el pobre Bartleby va a la cárcel le ofrece venirse a vivir con él, pero éste “preferiría
no hacerlo”.
El fin trágico de la obra queda
acentuado por el contexto ilógico que ha rodeado a todo el argumento. Si esta
obra se hubiese escrito en el S.XX sería inevitable pensar en Kafka, pero se
escribió en el S. XIX (1853) por ello debemos mirar correctamente y ver algo
melvillano en las obras de Kafka y también en las de Camus, ya que ambos
autores le tuvieron como referente.
I would prefer not to. Gran frase de la literatura. Fins i tot la Central tenen samarretes amb aquesta frase però no de la meva talla... :-(
ResponderEliminarÉs un gran llibre, el gran objector de consciència de la Història de la Literatura.
Molt probablement, per aquesta raó ens sembla irracional a la majoria, incapaços de revoltar-nos.
ResponderEliminarM'agrada molt la teva reivindicació última. Vaig llegir Bartleby fa eons, ja és hora de retornar-hi. A partir d'ara parlaré de situacions melvillianes -fet i fet sempre procuro no dir "kafkià"-, això si, ho faré fluixet, perquè hauria de donar massa explicacions :)
ResponderEliminarClidice, tampoc no cal que et llencis ara a una croada en favor de Melville, però gràcies de totes maneres. De fet, aquesta reivindicació la faig perquè em va molestar una mica que l'encarregat de l'edició el describís directament com a "kafkià" en comptes de dir que va influir sobre Kafka. Parlant clar, esperava més de l'editorial.
ResponderEliminarEstic encantada en que t'agradi el Bartleby. És un meravellós relat.
ResponderEliminarEi, Eduard, jo sí que sóc una entusiasta de la literatura estatunidenca. M'agraden molt els i les novel·listes i ja no diem els grans creadors del relat curt. Tens molt anys, afortunadament, per fruir d'una lectura tan magistral.
Está mut bien reivindicar a Melville, y estoy de acuerdo en que Bartleby no es fafkiano de ninguna forma. Quién dice eso no ha leído bien ni Kafka ni Melville.
ResponderEliminarMe permito sugerirte otro autor americano contemporáneo de Melville, y a reivindicar: Nathaniel Hawthorne. No te pierdas una piza breve que podría recordar el Bartleby: "Wakefield".
Glòria: Jo realment he fet una cosa nefasta pel meu taragnà: apuntar-me a un curs de literatura nortamericana. Vaig inscriure'm per allò d'omplir el buit conceptual que tenia en la matèria. L'única pega es que em parlan de molts bons autors a cada sessió, però no tinc temps de llegir-los.
ResponderEliminarLLuís Bosch: Mira és curiosíssim, però l'altre relat breu que m'han fet llegir es "Wakefield", que, per cert, també m'ha encnatat.