Bueno, resulta que ahora que falta un mes todo el mundo está ya sometido a la efervescencia de la campaña electoral, que oficialmente aún no ha empezado.
Después de votar al partido que perdió en las pasadas autonómicas, confieso que me queda el resquemor de ganar. ¡Es que toda mi vida he ido con los perdedores!
Ahora se habla mucho del circo político. Yo más bien hablaría del hipódromo. Y, si bien es cierto que mi caballo favorito tiene un nombre que empieza por "R", también es cierto que un asno (cuyo nombre también empieza por "R") tiene más números de ganar, según sondeos. Pero esto de las carreras es lo que tiene. Nunca se sabe quien gana hasta el final. Así que si el votante quiere apostar por un caballo -equino, o bestia bovina de turno- siempre corre el riesgo de perder.
Dentro de un mes, a primera hora iré al colegio de mi distrito a emitir mis votos puntualísimamente. Y ahora ya sé como ganar. Votaré a los dos grandes partidos: PSOE y PP. "Eso es imposible" me diréis. En absoluto, nada más lejos de la realidad. Básicamente, votaré al PSOE para El Congreso y al PP en el Senado. Votos puntuales a las ocho en punto de la mañana. A la cámara baja a la izquierda y a la cámara alta a la derecha.
Así hago una apuesta sobre seguro, como buen novato, en los hipódromos.
Home, al Senat pots votar esquerres de tots colors, no cal que sigui el PP una alternativa!
ResponderEliminarI si, a vegades crec que és millor votar per als cavalls perdedors...
Està bé, et faré cas. De fet, crec que t'he defer cas, perquè sinó a casa meva em deixen d'alimentar.XD
ResponderEliminarJa sabem que el vot es lliure i secret, Eduard però el PP...vaja, jo ni per equivocació.
ResponderEliminarDe veritat, Glória, ningú s'ho està prenent a broma. Jo de fet el que m'estic plantejant és no anar a votar. Creu-me que em dol, sent el primer cop que puc hi aniré, però de molt poc humor.
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