A propósito de esta segunda lectura que he tenido que hacer de tan
extraordinario relato, para la asignatura de literatura en la facultad, se me
ha ocurrido hacer una entrada, sobre la misma.
Siempre he sido un gran defensor de la cultura psicoanalítica, antes
incluso que de la biográfica, como vehículo para desentrañar la visión del
artista. Admito que este sistema, fácil de parodiar y aún más fácil de caer en
su propia caricatura, puede llegar a resultar grotesco. Yo, sin embargo, lo
empleo obteniendo a menudo muy buenos resultados.
Franz Kafka (1883-1924)
La historia de Gregorio Samsa, un joven que amanece un día convertido
en un insecto, revela el talento de Kafka, para aplicar en el S. XX un tópico
literario propio de los tiempos de Ovidio. Su “metamorfosis” no tiene nada de
plácida, es atroz y monstruosa. Pero ¿qué se esconde bajo ella?
Indagando un poco, no tardaremos en descubrir las pésimas relaciones
que el autor mantenía con su familia. Su odio hacia su padre queda bien
patentado (y, dicho se en su honor, de forma muy educada) en su famoso escrito La carta al padre. Su madre y sus hermanas, por lo visto, tampoco eran objeto de su
estima. Se conserva una carta de un moribundo Kafka, fechada en 1924, donde le
pide a su amigo y editor, Max Brod: Todo
lo que se encuentre entre mis cosas […]
debe ser quemado. Kafka no quería que sus papeles
terminasen, como lo hicieron, en manos de su familia.
Igual que Gregorio Samsa Kafka tuvo que trabajar en un almacén y otros
lugares, a fin de cubrir las deudas familiares. Tal vez, él se sintiesen orgulloso haber proporcionad a sus padres y
hermana tan sosegada existencia, en marco tan lindo, como Gregorio, pero haberse degradado de
este modo haber renunciado a sus
aspiraciones fueron las causas de que el autor se acabase sintiendo como un
insecto.
Este sentimiento de menosprecio y desamparo queda perfectamente
transmitido. Gregor no es consciente en el relato de que transmite repulsión y
siente ésta como algo extraño e inesperado. A fin de no acabar en una narración
descarnada, Kafka, con cierto genio lo enmascara con la lógica de su universo
particular y evitando decir las cosas con excesiva claridad. Pensemos que en el
momento de la publicación de La
metamorfosis, 1916, su familia
tuvo acceso a la misma.
No obstante, la claridad de las pistas es tan evidente como su
disposición deliberada. Gregorio tiene en su habitación el retrato de una dama
con un traje de pieles. Cuando su madre y su hermana entran a llevárselo junto
con los demás muebles, él sale de debajo de la cama, para impedir que se lo arrebaten.
Encajar este dato con sus tres romances fallidos, a causa de la oposición
paterna y familiar, no cuesta demasiado. Tal vez, porque esa dama envuelta en
pieles del retrato no es una sola persona, carece de un nombre concreto en el
relato.
Una vez ya transfigurado, Gregorio descubre que su padre le había
ocultado que aún poseía cierta cantidad de dinero de su antigua fortuna, con el
que podrán vivir un tiempo. Verdad
es que Gregorio tampoco le había preguntado nada en particular y también es cierto que un rasgo biográfico
paralelo nos llega del autor en la, ya mencionada, Carta al padre.
Manuscrito de La Metamorfosis
No olvidemos el brutal episodio,
en que Gregorio es atacado por su padre que le arroja manzanas hasta malherirlo
para que se esconda en la habitación. En ese momento la madre amarrarlo y
detenerlo le suplicaba que perdonase la vida al hijo.
Kafka terminó muriendo de
tuberculosis, “reventando”, en cierto modo, siguiendo los pasos de su
protagonista. El sentimiento de abandono y desprecio que le fustigó toda su
vida, tal vez, le permitió predecir, más de una década antes de su propia
muerte, que al fallecer Gregorio Samsa, su familia no sólo se muestra
indiferente; es que hasta se siente aliviada.
Lo más fascinante de la crítica que tiende a los psicoanalítico es que consigue hacer literatura de la interpretación. Ya lo hacía Freud en su Psicoanálisis de arte. Tu entrada contribuye a esa tesis: la vida de Kafka explica su obra, que, a su vez, explica la vida de su autor: Gregorio Samsa "revienta" antes de que lo haga el propio Kafka.
ResponderEliminarMuy interesante esta revisión de un clásico de la modernidad de lecturas para todos los públicos.
La psicoanàlisi i jo no som gaire amics, tanmateix, veient el manuscrit de l'autor, i fent servir una altra tècnica potser tan especulativa com és la grafologia, et diria moltes coses de l'estat mental de l'autor de La metamorfosi. Igualment, el llibre és remarcable i imprescindible en qualsevol biblioteca :)
ResponderEliminarÉs obvi que les vivències personals de cada autor afecten a la seva obra, com a la vida mateix, però d'aquí a veure constantment autobiografies a cada història... Malgrat tot, molt suggerent.
ResponderEliminarPobre Freud... Ja veig que no us convenç el mètode, fet respectable, per suposat. Jo de totes formes, no n'he abussat en excès. Simplement compilo la vida de l'autor i l'aplico a l'obra. En cap moment parlo de frustraccions sexuals ni res que si assembli.
ResponderEliminarMax Brod, amigo y biógrafo de Kafka, cuenta que el autor solía lerre a sus amigos fragmentos de los textos que escribía, y que Kafka tenía que interrumpir la lectura porqué se partía de la risa. A mi este detalle me fascina. Parece pues que Kafka pretendía hacer humor?
ResponderEliminarEs muy difícil responder a esa pregunta, tendría que volver a releer su briografía, porque ahora, sinceramente, no recuerdo que lo mencionase (lo que no quiere decir que ponga en duda tus palbras, Lluís). Igual, insisto que hay que mirarlo, la risa era cómica y a la vez trágica.
ResponderEliminarEs muy difícil responder a esa pregunta, tendría que volver a releer su briografía, porque ahora, sinceramente, no recuerdo que lo mencionase (lo que no quiere decir que ponga en duda tus palbras, Lluís). Igual, insisto que hay que mirarlo, la risa era cómica y a la vez trágica.
ResponderEliminarHe llegit Kafka i sobre Kafka i desconeixia que la seva família hagués viscut una crisi econòmica. Sempre han estat presentats com persones benestants. El seu pare tenia tres merceries. La relació amb Ovidi no té massa raó de ser perquè La metamorfosi de Kafka s'hauria de titolar La transformació segons han indicat ja molts tradctors. Gregor no fa una metamorfosi sinó un canvi sobtat del qual se'n adona quan es desperta.
ResponderEliminarSegurament que, com molt bé interpretes, aquest conte magnífic que ensenya que, si s'escriu bé, es pot escriure tot, sigui de caire autobiogràfic però també hi trobem la figura del jueu com un insecte a ser anorreat pels que es consideren superiors. Per desgràcia no recordo el nom d'una assagista que interpreta tota l'obra de Kafka en clau jueva, per exemple El procés és el judíci a algú que no ha comès cap crim, l'holocaust en seria el fet real. Aquest paral·lelismem entre l'obra de Kaafka i la moderna història dels jueus el deixa com un brillant visionari.
Uf! Espero no haver-me fet pesada, eduard però has tocat un tema molt interessant.
Bona nit, Glòria, com sempre les teves riques aportaciones em fascinen. A veure, a text que menciono de Kafka, "Carta al pare", l'escriptor increpa a son pare que l'hagi obligat a treballar per pagar els deutes familiars, apartant-lo així de la porfessió literària.
ResponderEliminarLa realció amb Ovidi, relament, l'he posada perquè així la trobo en al introducció. No ho sé..., però, ni que sigui nominalment, segurament es pot establir una relació amb la poesia èpica d'Ovidi.
PEr útlim, pels textos que he llegit, Kafka no se sentia massa en germanor amb la seva ètnia. Va aptir la discriminació antisemita, és ben cert. Però, fins a cert punt, destava en gran mesura la sinagoga, que vinvulava al seu pare, així com les tradicions hebrees que la seva família va anteposar a amb la seva primera promesa que no era de l'ètnia.
Sempre he pensat que amb "La metamorfosi" Kafka no es referia a la de Gregor Samsa en escarabat gegant... sinó a la de la seva germana, que aconsegueix "fugir" de la família i acaba complint el seu somni, el que Gregor no va poder fer.
ResponderEliminarMira, això de la metamorfosi de la germana no se m'havia acudit mai. De totes formes tu creus que ella fuig de la família?
ResponderEliminarEduar, insistreixo: No recordava aquest paràgraf de "Carta al pare", un llibre que m'agrada molt perquè talla.
ResponderEliminarQuant a la seva identificació amb la seva ètnia Kafka va haver de veure de ben jove com el seu pare, molt ambiciós, sovint amagava que era jueu. Funcionava com a jueu o gentil segons el negoci que es portés entre mans. Kafka descobreix en edat adulta la riquesa de la cultura jueva i, fins i tot, estudia jiddis per entendre el teatre fet en aquest idioma. És cert que no practica els rituals de la seva rel·ligió però arriba un moment en el qual té plena consciència del judaïsme i no se n'amaga mai.
Dons en aquest cas, seré jo qui torni a revissar i conttrastar les informacions que he tingut, perquè, com bé saps, valoro molt la teva opinió.
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